TEGUCIGALPA, HONDURAS. En las últimas semanas, el Centro Hondureño Para el Niño Quemado (CEHNIQ), ha registrado un aumento sustancial de ingresos de menores con quemaduras en su cuerpo y son por distintas causas, situación que pone en alarma a los hogares de Honduras.
El último ingreso se dio el recién pasado fin de semana, se trata de un adolescente de 15 años, procedente de Quimistán, Santa Bárbara, con lesiones en el 80% de su cuerpo. El menor fue víctima de la explosión de un cilindro de gas.
Asimismo, la semana pasada, se registró la llegada al centro de tres niños, procedentes de distintos municipios del país. Todos con quemaduras considerables en gran parte de su cuerpo.
Pese a que no es temporada navideña, las autoridades del CEHNIQ se encuentran alarmadas por el aumento de niños quemados. Hasta ahora la ocupación hospitalaria supera el 100% y los pequeños luchan por sus vidas.
También, debido al confinamiento por la pandemia del COVID-19, el hecho de tener a los niños encerrados, fue factor de riesgo para el aumento de los quemados en Honduras.
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El doctor Omar Mejía, cirujano plástico y presidente de la Fundación por la Vida del Niño Quemado (Fundaniquem), comentó a Diario Tiempo que urge de medidas educativas para que la población tome conciencia y se eviten estos escenarios.
Niños entre 0 y 13 años, los más afectados por quemaduras
El especialista indicó que el centro atiende desde recién nacidos hasta jóvenes de 18 años de edad. Sin embargo, el rango de los afectados va de los 0 a 13 años, rango de tiempo donde van descubriendo el mundo.
«Las edades más frecuentes de niños que vienen aquí con quemaduras andan caminando, de 4, 5, 8, 9, 10 años. Son los niños que andan más inquietos, buscando socializar y muchas veces los pequeñitos están pegados con la madre, quien tiene algo caliente en mano y pasan los accidentes», explicó.
En ese sentido, destacó que se deben implementar mecanismos de educación, para así poder prevenir las quemaduras en los menores de edad.
«Se necesita educar, esto va de la mano con la limitación económica, con la pobreza. La mayoría, el 100% de los niños que se atienden aquí son de extrema pobreza, al tener esa situación hay extrema ignorancia y desconocimiento de los peligros», aseguró el galeno.
El doctor mencionó que debido a estas situaciones, pasa por desapercibido si hay una olla con líquido caliente, o un agujero con fuego y es donde los niños sufren los accidentes.
Alarmantes estadísticas
De acuerdo con la última actualización del CEHNIQ, proporcionadas a Diario Tiempo, hasta el 31 de julio del 2023 se habían atendido 265 emergencias de menores quemados por distintas causales y de diferentes puntos de Honduras.
De la misma manera, hasta esa misma fecha se registran 211 hospitalizaciones en el centro que opera en Tegucigalpa, capital hondureña.
Según el doctor Mejía, la mayoría de estos menores, al vivir en comunidades pobres, el «centro social» de la familia es la cocina. «Pasan a la espalda de la mamá, con los hermanitos y compartiendo el alimento allí, un campo minado para quemarse», refirió.
Según las proyecciones de especialistas, para el cierre del año, unos 440 menores podrían ser hospitalizados.
En comparación al mismo periodo del 2022 (enero-julio), en este 2023 se ha notado un aumento del 21% en los casos de niños quemados en Honduras.
También, el centro destaca que la mayor incidencia de casos se registra en siete (7) departamentos del país, encabezando Francisco Morazán con el 58% de los ingresos.
Luego, sigue Olancho con un 11%; El Paraíso con un 6%; Choluteca con un 6%, Comayagua con un 4% y Copán y La Paz con 1% respectivamente. Los departamentos de Santa Bárbara y Valle también figuran, pero con un menor porcentaje.
Principales causas de las quemaduras en niños
Las causas son múltiples, pero en el caso de Honduras, la más común es con líquidos en ebullición, es decir calientes, como agua, café, sopas u otros.
Las estadísticas del Centro del Niño quemado detallan:
- El 72% de los casos de quemados es por escaldadura o líquidos calientes
- 10% por contacto
- 8% por flama (fuego)
- 4% por descargas eléctricas
- Fricción
- Pólvora
- Químicos
En ese sentido, el doctor Mejía destacó que, «la mayoría de quemadas en niños se produce por escaldadura. Es el agua hirviendo y para eso debe estar a más de 100 grados centígrados y la temperatura del ser humano es entre 35° y 36°. Al estar expuestos a una freidora, agua caliente, ceniza con brazas, todos estos son eventos donde los niños corren peligro».
De la misma manera, señaló que dos menores han ingresado al centro por quemaduras eléctricas. Pero, en estos casos, es porque los menores se suben a lugares como a bajar mangos y el árbol está cercano a un cable de alta tensión y en su inocencia, desconocen el peligro.
Referidos de comunidades rurales
Por otro lado, el doctor Omar Mejía comentó que gran parte de los menores quemados vienen referidos de las comunidades rurales. Es precisamente en estos sectores donde no hay energía eléctrica y las familias deben «ingeniarse» para poder alumbrar sus hogares y es allí donde está el peligro con los candiles.
«Mandan a una niña a encender un candil que lleva gas, pero en su ignorancia descartan que la niña se pudo haber tropezado, convulsiona y lo hace frente al fogón y se viene un desastre familiar», aseguró.
El doctor Mejía señaló que esta situación es de emergencia nacional, porque el centro está recibiendo a diario de 1 a 2 pacientes.
Otra arma «letal» y que influye en la quemaduras de los menores son los chimbos de gas. En Honduras, de manera histórica se han visto explosiones de estos artefactos y los daños que generan, por lo que el galeno destacó que debe haber un control sobre ellos.
«Los chimbos no traen una válvula de seguridad o que lo debe manejar una persona mayor de 18 años, no dice nada. Tanto la comercialización del gas, como de la pólvora, no tienen ningún mecanismo de prevención ni de reclamo a los proveedores», recalcó el galeno.
Traslados hospitalarios
Además, a la mayoría de estos los trasladan por la vía aérea a Tegucigalpa. Luego, con ambulancias se les lleva al hospital del niño quemado, dichas acciones en cooperación con Fuerzas Armadas (FFAA) y los bomberos.
Una vez que están internos, se les brinda toda la atención necesaria y los cuidados que demandan sus quemadas. En algunos casos, se ha procedido a llevarlos a Estados Unidos (EEUU) para un tratamiento especializado.
En la actualidad, en Honduras, el costo de hospitalización en sala de un pacientito quemado oscila en los 30 mil lempiras diarios. Sin embargo, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) puede llegar a costar por día de 50 mil a 70 mil lempiras. El promedio de días que permanece interno un pequeño es de 10 días mínimo y en ocasiones se puede extender meses.
Hasta el 8 de agosto del 2023, la ocupación hospitalaria en el Centro Hondureño para el Niño Quemado es del 110%. Es decir, que 15 menores están internados y dos de ellos permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Daños en la piel
Los menores que sufren quemaduras se enfrentan a una cicatriz de por vida, y además a daños psicológicos que requieren de tratamiento. Es por ello, que la población debe tener conciencia de la magnitud de una quemadura en la piel.
En consecuencia, el doctor Mejía destacó que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano y una barrera de defensa, pero al estar quemada llegan las infecciones oportunistas y atacan.
«Por tener factores de crecimiento y ser menores, los afecta grandemente para la cicatrización por múltiples razones. Las partes del cuerpo que más se queman son la cara, cuello, manos, tórax, genitales y pies, zonas a las que llamamos especiales», aseguró.
Asimismo, señaló que las lesiones van a depender de la exposición que tiene la piel con el calor y la profundidad. Es justamente en este punto donde se dividen las quemaduras entre primer, segundo y tercer grado, hasta de cuarto cuando son extremas y tocan los huesos.
Cambio de vida
Otro punto, es la extensión de las quemaduras en el cuerpo y en el caso de las atenciones en el centro para niños quemados, en su mayoría tienen arriba del 10% de afectación, lo que demuestra que las defensas bajan y se van afectando los órganos vitales del paciente.
Los costos de hospitalización en el centro son altos, indicó Mejía, pero se debe a que hay expertos para tratar los niños, como cirujanos, intensivistas, anestesiólogos, medicamentos y el equipo necesario.
Tras su hospitalización, los menores continúan con tratamientos para ver la evolución de las quemadas.
«A medida que va creciendo, sino tienen un apoyo psicológico, psiquiátrico, de rehabilitación, se van a convertir en una carga para el Estado o van a andar mendigando», acotó Mejía.
Por otro lado, el CEHNIQ destaca que en este 2023 ha realizado el traslado de dos menores quemados hasta hospitales especializados en EEUU. Esto es gracias a la colaboración de Shriners Club Honduras.
«Cuando la extensión de piel quemada no nos permite sacar injertos de piel de ese mismo cuerpo, se necesitan los bancos de piel. No existen en Latinoamérica», recalcó del cirujano.
Costos de traslado
No obstante, el traslado de estos dos pequeños hasta el país norteamericano ha tenido un costo de 50 mil dólares. Los gastos los ha cubierto el centro a través de la Fundación Por la Vida del Niño Quemado (Fundaniquem).
La atención a los niños en los centros hospitalarios en EEUU es gratuita, pero el traslado sí corre por parte del centro y la fundación.
Otro la de las labores que realiza Fundaniquem, es que le gestiona el trámite migratorio, tanto del paciente como del padre para que sólo aborden el avión.
De la misma manera, la fundación destaca que las mortalidades han reducido en comparación a otros años, cuando las atenciones eran en el Materno Infantil. En este aspecto, se pasó de una tasa de muertes del 50% al 0% del 2018 a la fecha.
«La mortalidad estaba arriba del 50% de los niños que sufrían quemaduras y los atendíamos con limitaciones y ahora en Fundaniquem tenemos 0 mortalidad», indicó el doctor Mejía.
Recomendaciones a la población en general
Por último y ante esta situación alarmante del aumento de casos de niños quemados, el doctor Omar Mejía expuso una serie de recomendaciones y van orientadas a la educación y la prevención.
«Hoy estamos en la era de las comunicaciones, nos tenemos que unir como país, como Gobierno, a través de la educación y sobre todo que llegue ese mensaje a los medios de comunicación y luego a las familias», sentenció.
El galeno destacó lo siguiente:
- Ningún niño debe estar en la cocina
- Ningún niño debe jugar cerca de la basura que se está quemando
- Los niños no deben encender candiles
- Los niño no deben manipular una olla de frijoles
Mejía reiteró que todos los eventos donde se producen las quemaduras en los niños se pueden prevenir, pero sólo se va a lograr concientizar a través de la educación y el interés de los padres de familia y entes interesados.
