HONDURAS. Al menos siete personas murieron de forma violenta el pasado fin de semana en Honduras, siendo Olancho, Cortés y El Paraíso los departamentos con más incidencia, según registros oficiales de la Policía Nacional.
Estos homicidios ocurrieron en un contexto en el que el ministro de Seguridad de Honduras, Gustavo Sánchez, afirmó que las muertes violentas han disminuido en más de un 30%.
De acuerdo con el Observatorio Nacional de la Violencia de la UNAH (OV-UNAH), los municipios como el Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma, La Ceiba, Danlí, Juticalpa y Catacamas, siguen siendo los más afectados por la violencia en el país.
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Víctimas
En Choloma, departamento de Cortés, un grupo de pobladores encontraron el cuerpo de Freddy Alexander Arias Ronquillo (de 43 años), envuelto en bolsas y sábanas en una calle solitaria de la colonia Edilberto Solano. El cadáver estaba cubierto con una bolsa roja y blanca sobre su rostro, demostrando la crueldad de sus asesinos.
Otro hecho violento tuvo lugar en la Residencial Villa Florencia de San Pedro Sula. Allí, Brayan Josué Alemán Cartagena (de 25 años), murió a balazos por criminales que lo atacaron la madrugada del domingo.
En la región oriental, en la comunidad de Las Lomitas, El Paraíso, una septuagenaria identificada como María Celsa Cruz, fue encontrada muerta dentro de su hogar. La víctima presentó múltiples signos de violencia, informaron los policías.
Asimismo, se reportó la muerte violenta de Eli Santos Salgado Colindres (de 31 años), un recluso de la cárcel de Morocelí, conocida como La Tolva. Según informes preliminares, el hombre fue encontrado muerto por los custodios penitenciarios.
Catacamas, Olancho, también se convirtió en escenario de violencia. El sábado se encontraron los cuerpos de José Geovanni Guardado (de 32 años) y Favio Alejandro Rivera (de 24 años), en la comunidad de Quiliz. Los hombres presentaban señales de tortura. Poco después, se realizó el hallazgo del cadáver de un joven no identificado en la carretera que conecta Catacamas con la aldea El Encino, presumiblemente acribillado por desconocidos.
Estos crímenes mantienen en zozobra a la población, que exigen a las autoridades acciones contundentes que logre parar los homicidios.