Al menos 100 integrantes de la Caravana de Migrantes fueron supuestamente secuestrados el pasado 3 de noviembre en Veracruz, para ser entregados a integrantes del crimen organizado en algún lugar desconocido en Puebla, entre ellos 65 son niños.
Este caso fue denunciado por Arturo Peimbert, ombudsman (Defensor del pueblo) de Oaxaca. Sin embargo actualmente está siendo investigado por la Fiscalía General de Puebla, que cuenta con pruebas del delito: así lo publicó el huffingtonpost.com.mx.
Cabe mencionar que en el expediente de un organismo público autónomo, como lo es la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), se utilizaron los testimonios de tres testigos del secuestro.
Una de esas personas, cuya identidad no se conoce por su seguridad, reveló: «65 niños y siete mujeres fueron vendidos».
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El detonante
Al parecer los tratantes de personas aprovecharon que la tarde del 3 de noviembre, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, retiró su ofrecimiento de 150 camiones gratuitos. Esto era para que la caravana no tuviera que caminar hasta la Ciudad de México por un territorio donde cientos han desaparecido.
El aviso de Yunes Linares provocó que los migrantes se quedaran a deriva e intemperie. Por lo que después llegaron tres vehículos a supuestamente ayudarles. Según el reporte de algunas fuentes: un camión era color anaranjado, placa KY 88 765 del estado de México; otro, placa GX 3391C de Guerrero; y una camioneta, placa KXC 7906.
Lo anterior también fue fácil para los delincuentes porque, según el relato de Arturo Peimbert, muchos empresarios transportistas de estados que están en la ruta de la Caravana de migrantes recibieron «fuertes presiones» del gobierno federal para que no den servicio a los indocumentados.
Incluso, están obligados a rechazar dar el servicio, aunque se les quiera pagar, poniendo en riesgo la vida de más de 2 mil menores de edad. Y eso habría originado el secuestro masivo.
El cansancio y la desesperación de ese grupo de transeúntes centroamericanos ha provocado que se separen en distintos grupos, por lo que los 100 fueron presa fácil.. Cabe mencionar que en esa zona Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación son parte de una batalla mortal.
Se espera que el Gobierno de Honduras trabaje en conjunto con sus homólogos centroamericanos y de México para que haya presión e investigar sobre esta situación.
