Agente de la DEA a «Tony» Hernández: «Aquí (en EEUU) ya se sabe todo»

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Tony Hernàndez
La Corte del Distrito Sur de Nueva York dio a conocer el interrogatorio que se le hizo a "Tony"Hernàndez al momento de ser capturado.

REDACCIÓN. Luego de seis meses de la captura de Juan Antonio «Tony» Hernández en los Estados Unidos, acusado por delitos vinculados al tráfico de drogas, la Corte del Distrito Sur de Nueva York decidió desclasificar la declaración que dio el hondureño el día de su detención.

En la misma, «Tony» admite que compartió y se relacionó con capos de la droga. Sin embargo, negó haber participado en el movimiento de los cargamentos hacia el país norteamericano.

Es importante recordar, que el ex diputado fue detenido en el pasado 23 de noviembre del año anterior en la ciudad de Miami. Luego se ordenó su traslado a una cárcel en Nueva York.

El documento que contiene la declaración del acusado, consta de 56 páginas. En el transcurso de la conversación se establece la presencia de dos personas; MV1 y MV2 (Man Over). En esta MV1 es el interrogador y MV2 es Hernández.

Antes de comenzar el interrogatorio, el MV1 le hace saber que en ningún momento lo están obligando a declarar. Puesto que en ese momento no estaba presente el abogado del acusado.

En el documento se dejó en claro que se intentó llamar al abogado Manuel Retureta, quien era el que tenía conocimiento del caso de Antonio Hernández.

El agente le dijo una vez màs: «Y llamamos varias veces al señor Retureta pero no contestó. Pero todavía quieres seguir adelante. A esto «Tony» contestó, «Quiero».

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Luego procedieron a leerle sus derechos. De igual forma, el interrogador le hizo saber que tenía que firmar para dejar establecido que se hizo el procedimiento respectivo.

También el documento menciona que Hernández autorizó para que se informará al consulado de Honduras sobre su detención.

Declaración

En primera instancia, Hernández comienza aceptando que en su momento tuvo relación con varios narcotraficantes. Además, confesó que recibió varios regalos pero en concepto de «amistad» y no como negocio.

Ante la interrogante del MV1 sobre cuándo comenzó en el negocio del narcotráfico, «Tony» contestó que desde que era joven, varios narcos llegaban a su natal Lempira. Pero que otros jóvenes si se involucraron, no obstante, estos perecieron.

Él reveló que con el paso del tiempo si compartió con capos, pero no mencionó nombres o al menos no están consignados en el documento. No obstante, dijo que de los que lo visitaron, dos o tres de ellos ya estaban en Estados Unidos.

«Como yo tenía restaurante, ellos me pidieron de favor que les pudiera hacer la comida, y, pues, ahí estuvieron dos o tres personas que, inclusive, ya están aquí ellos», reza el texto.

Luego continúa recalcando que no participó de ninguna forma en el tráfico de la droga hacia la nación norteamericana.

«Pero, ¿directamente, que yo haya participado en algo, … traer acá …? ¿Que si tenía relación con ellos? Eso sí; tenía relación. Pero que yo haya participado directamente, pues, ahí no podría…», dijo «Tony».

Advertencia

Ante estas evasivas por parte de Hernández, el interrogador le advierte que con justificarse no logrará evadir la ley estadounidense. Puesto que a él no lo acusaban por llevar la droga directamente, sino por conspirar para que esta llegara a su destino final.

Entonces, «Tony» recordó que vio en los medios de comunicación hondureños, que el capitán Santos Orellana lo señaló de estar involucrado con un helicóptero cargado de droga.

«Sí, salió una noticia que yo, … de un … de un muchacho … un capitán que decía que un helicóptero era mío, un helicóptero que agarraron en … no sé si en Blue Lagoon, un lugar de balneario», dijo el acusado al respecto.

Agregó que en su momento surgió que él planeaba matar al embajador estadounidense asignado en Honduras. Esto, en su declaración lo consideró ilógico, diciendo que el mismo embajador lo ayudó a salir de Gracias, Lempira.

Lo anterior, porque supuestamente había un plan por parte de la Mara 18 para matar a «Tony».

«Antes de eso, el embajador me había ayudado a salir de Gracias, perdón, de Honduras porque había obtenido él que me iban a matar la Mara Dieciocho, creo, o no sé. Él me ayudó y salimos el mismo día. Entonces yo no entiendo cómo yo quería matar al embajador y quería matar a mi hermano también en ese momento», justificó Hernández.

Otra advertencia

El interrogador volvió a interrumpir para decir al interrogado que a las autoridades de ese país no les interesaba lo que dijera la prensa. De igual forma le aconsejó que no tratara de «minimizar» las cosas porque «ya se sabe todo».

Luego de esto, el hondureño comenzó a entrar en confianza y confesó que varias veces se había cuestionado junto a su abogado de qué forma había participado en el narcotráfico.

Primero reiterò que si tuvo relaciòn con capos, pero el agente le recalca que no le interesa sus relaciones o sus amistades con los narcos. Por lo cual, «Tony» dice:

«Sí, era lo que yo le decía a Manny. “Manny”, le digo, “¿en qué participé yo en esos trasiegos, en lo que sea? No sé. Contámelo. Pues sí, yo quisiera saber de qué … con quién participé directamente … con qué cartel, en qué área”. Porque, sí, mi mejor amigo … sí yo sabía que él le estaba …trabajaba con ellos y…», contó.

Amigo

En ese instante comenzó a decir que en efecto, su mejor amigo si traficaba. A lo cual, el agente pregunta ¿Y quién es esa persona?, «Tony» contesta: «Se llamaba Carlos Mauricio Toledo».

Es a partir de ese momento que mencionó nombres de narcotraficantes que yacen guardando prisión en cárceles de Estados Unidos. Confesó que su amigo Toledo vivó en su casa en Tegucigalpa. Indicó que este cuando tenía necesidad de dinero le decía que iba a «trabajar» a San Pedro Sula.

«Al principio, yo no sabía en qué trabajo era. Ya después, cuando yo lo miraba que venía con ropa, con whiskey, y con todo, … y en un pueblo pequeño pues todo se sabe. Ahí nos fuimos dando cuenta que él estaba trabajando con … con don H y con, con el Rojo», afirmó.

Es importante mencionar que «El Rojo» es el seudónimo de Víctor Díaz Morales. De este aceptó que había recibido armas como regalo. Hernàndez dijo que con el «Rojo» se llevaban muy bien.

En esta primera entrega se consigna una parte del interrogatorio. Pero más adelante, «Tony» continúa ventilando nombres de personas importantes en el mundo del narcotràfico, con las cuales tuvo contacto durante varios años.