TEGUCIGALPA. La celebración de un cumpleaños terminó en tragedia cuando unos desconocidos encapuchados terminaron con la vida de dos personas, entre ellas un menores edad y dejando herido a otro en la aldea Las Palmas, municipio de Ojos de Agua, departamento de Comayagua.
Una de las víctimas fue identificada como Camilo Flores Redondo. Se dijo que tenía 13 años de edad y un hombre al que sólo identificaron como Nahún. Mientras que el adolescente herido fue trasladado de emergencia por un equipo médico. Lo anterior, hasta el Hospital Escuela Universitario (HEU).
Fredy Alexis Flores, padre del niño fallecido y del adolescente herido, relató que un amigo suyo lo invitó a esa fiesta de cumpleaños. Esta, fue una reunión que decidió aceptar para disfrutar un poco en familia. Pues le gustaba la idea del banquete acompañado de sus dos hijos. Sin embargo, jamás imaginó que esta reunión sería la ultima fiesta a la que asistiría su vástago. Totalmente afectado por la muerte de su pequeño Alexis Flores, relató algunos detalles que dieron con la muerte de sus familiares.
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Relato de familiares
“Llegaron varios desconocidos. Uno de ellos disparaba a lo loco con su escopeta contra la humanidad del hombre que buscaban», recordó Fredy Alexis Flores.
Alexis Flores lamentó que las esquirlas de los disparos alcanzaran la humanidad de los menores, matando a uno e hiriendo al otro. En uno de los espacios poco iluminados del patio de la casa se vieron caer los cuerpos de dos niños. Así como el de un hombre al cual buscaban, relató el padre.
“Camilo tenía los disparos en el pecho, murió instantáneamente. El hombre que buscaban sólo lo identificaron las autoridades como Nahún, dijo Flores.
Al tiempo que agregó que el individuo recibió varios impactos de escopeta calibre 12. El fallecido a quien iba dirigido el ataque residía en la aldea La Masica, Ojos de Agua. Pero nadie sabe qué hacía en la fiesta y si en realidad era un invitado. Lo anterior fue la versión de algunos familiares de los menores fallecidos en el momento que reclamaban sus cuerpo.
Las esquirlas del arma fueron las que segaron la vida del niño Camilo Flores Redondo, de apenas 12 años de edad. Un hermanito del menor sobrevivió de milagro y se encuentra hospitalizado en Tegucigalpa.
