REDACCIÓN. La tragedia que sacudió a una familia en el sector Ciudad del Sol, en El Paraíso, Honduras, sigue generando conmoción mientras se conocen nuevos detalles sobre la muerte del adolescente David Zúniga Sosa, de 14 años. El hecho ocurrió el martes 15 de abril, dentro de su propia vivienda, cuando recibió un disparo en la frente por parte de su hermano mayor, de tan solo 15 años.
Según informó Elisa Barahona, vocera de la Unidad Departamental Policial #7 (Udep-7), el crimen ocurrió alrededor de las 5:00 de la tarde, mientras David jugaba Free Fire junto a varios primos en su habitación. Fue entonces cuando su hermano ingresó inesperadamente al cuarto, con un arma tipo revólver en la mano.
Lo más inquietante del relato de los testigos es la frase que el menor dijo justo antes del disparo:“¿Se van a ir de la casa?”
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Sin esperar respuesta, el adolescente se acercó a David, le colocó el arma en la frente y apretó el gatillo dos veces. En ambas ocasiones, el revólver falló. No fue hasta el tercer intento que el arma detonó, provocando la muerte inmediata de su hermano menor.
Este testimonio, brindado por los primos presentes en la escena, cambia por completo la versión inicial que indicaba un accidente por manipulación de un arma de fuego. Ante estos nuevos elementos, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) capturaron al hermano mayor el miércoles 17 de abril, en el barrio El Calvario, del mismo municipio.
Durante la inspección en la vivienda, las autoridades encontraron el arma utilizada en el crimen. El menor fue remitido al Ministerio Público para que se determine su responsabilidad legal bajo el proceso correspondiente.
Este caso no solo ha generado un profundo dolor en la comunidad, sino también serias interrogantes sobre el acceso a armas de fuego dentro de los hogares y la salud mental de los menores de edad.