SAN PEDRO SULA. Como «muerte indeterminada» se catalogó a través de un informe preliminar forense, el hallazgo de un administrador en la habitación número 10 del Hotel Lempira en la zona norte de Honduras.
Se trata de Alberto Bográn, de 60 años de edad, quien fue hallado sin vida en una de la habitaciones del hotel. Dichas instalaciones están ubicadas en la ocho avenida, entre seis y siete calle del Barrio El Benque.
Inicialmente, la Policía Nacional había informado que el hombre se había suicidado. Pero luego dijeron que no se había quitado la vida. Lo anterior, puesto que tenía heridas por arma blanca en su cuerpo.
No obstante, posteriormente, Medicina Forense del Ministerio Público (MP) notificó que a la víctima no le encontraron heridas en el cuerpo. Por lo tanto, «hasta ahora es una muerte indeterminada».
Preliminarmente se conoció que el administrador, quien residía en el hotel, apareció muerto. Esto, luego que una mujer ingresara a su habitación. Por su parte, Bayron Sauceda, portavoz de la Policía Nacional, enfatizó que pudieron haberlo asesinado por celos pasionales.
Se espera que próximas revisiones en el cuerpo por parte de Medicina Forense, determinen la causa exacta de su muerte. Así como el tipo y la forma.
Se conoció que Bográn le dijo a la aseadora del hotel que le comprara cuatro baleadas y que una se la comiera ella. Esto, puesto que esperaba una fémina en su cuarto.
ADMINISTRADOR ESTUVO CON UNA MUJER ANTES DE MORIR
Según personal del hotel, tal y como Bográn había anunciado, minutos después llegó una mujer, quien permaneció con él durante una hora. Pero luego salió como si nada del edificio. En tanto, sus compañeros de trabajo esperaban que él saliera luego de allí. Sin embargo, no fue así y transcurrieron dos horas, pues Bográn no se reportaba. Lo anterior, levantó sospechas en el hotel ubicado en el centro de la ciudad.
Por lo tanto, procedieron a tocar la puerta de su habitación, más no se escuchaba ruido. Lo anterior aumentó aún más la controversia. En tato, decidieron abrir la habitación por su propia cuenta, fue allí cuando miraron al administrador tirado en el suelo, con su cuerpo sangrado cerca de la cama y sin signos vitales.
También se dijo que en el lugar había licor y las autoridades en ese momento manifestaron que se trataba de un homicidio; sin embargo, la revisión forense indica que el cuerpo no presentaba señales de ese tipo y que aparentemente, el administrador se intoxicó y vomitó sangre.
