Redacción. Una auditoría forense realizada al proceso de logística electoral en el Distrito Central revela que el consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, ordenó el traslado de 50 vehículos del Estado hacia las Fuerzas Armadas un día antes de las elecciones primarias del 9 de marzo, lo que afectó significativamente la distribución de las maletas electorales y los kits tecnológicos.
La información fue confirmada por Joel Ramos García, excoordinador del proyecto de transporte del CNE, durante su audiencia de descargo celebrada el 12 de marzo, tras ser separado del cargo.
Ramos explicó que recibió instrucciones directas de Ochoa el sábado 8 de marzo para que los vehículos estuvieran disponibles a las 4:30 de la mañana del domingo en el Campo de Parada Marte, con el fin de apoyar tareas de verificación tecnológica en los centros de votación.
El peritaje detalla que esta decisión ocasionó un desequilibrio en la flota vehicular del proyecto electoral, ya que no se solicitaron vehículos adicionales al gobierno, sino que se utilizaron unidades ya asignadas para el transporte del material electoral. Esto generó un déficit en la cantidad de vehículos disponibles y obligó al CNE a realizar contrataciones de emergencia.
Asimismo, el informe señala que Ramos García realizó cambios unilaterales al contrato con la empresa adjudicada, Ingeniería Logística y Transporte, al sustituir camiones de carga por autobuses sin respaldo contractual. Esta modificación incumplió los términos establecidos para el traslado de las maletas electorales.
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Responsabilidad de las Fuerzas Armadas
La auditoría también responsabiliza a las Fuerzas Armadas por no tomar acciones que evitaran los atrasos en la entrega del material. Se documentó que unidades de transporte permanecieron estacionadas en diferentes puntos del Distrito Central por órdenes del personal militar. Situación que interrumpió el traslado del material a los centros de votación.
El informe concluye que no existió una justificación válida para la paralización del transporte ni para la decisión de redirigir vehículos sin previsión. La combinación de estos factores habría comprometido la eficiencia y la transparencia del proceso electoral en Tegucigalpa.
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