REDACCIÓN. El enojo y el miedo se apoderan de los inmigrantes, luego que el Gobierno de México comunicara a su vecino Estados Unidos que enviará 6 mil efectivos de su Guardia Nacional a la frontera con Guatemala para frenar el flujo migratorio desde Centroamérica.
“Me da miedo por los policías que nos golpean”, señaló a periodistas Alexis, un inmigrante de 21 años que ya fue deportado de EE.UU.
Cabe señalar que México y EE.UU llegaron el viernes a un acuerdo para reducir el flujo de migrantes centroamericanos. Asimismo, evitar la aplicación de aranceles punitivos a todos los productos mexicanos, que entraría en vigencia este lunes.
“Utilizan a los migrantes como pretexto”, manifestó Ernesto Castañedo, activista del refugio Buen Pastor en Tapachula.
A criterio de Castañedo con el envío de efectivos a la frontera entre México y Guatemala podrán frenar las caravanas, pero los flujos migratorios continuarán.
“Esto va a hacer desaparecer las grandes caravanas, pero la migración seguirá“, enfatizó.
Su refugio acoge a unos 600 migrantes, mayoritariamente hondureños, que esperan poder seguir su travesía hacia el norte.
Este convenio generó el enojo de los defensores de derechos de los inmigrantes. Ellos argumentan que los están utilizando como pretexto.
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Acuerdo
“Me complace informar que Estados Unidos ha firmado un acuerdo con México”, escribió el presidente de EE.UU, Donald Trump, en su cuenta de Twitter.
Anteriormente México había comunicado a este país que enviaría los seis mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera sur. Donde día con día se acumula la llegada de migrantes; mayoritariamente de nacionalidad hondureña, a causa de las caravanas que se iniciaron en el país centroamericano.
Como parte del acuerdo México también se comprometió a ampliar el programa Protocolos de Protección a Migrantes (TPP, en inglés). Permitiendo al país del norte a enviar migrantes a territorio mexicano, mientras tramitan sus solicitudes de asilo. El TPP está vigente desde principios de 2019.
Por su parte, la administración de Trump se comprometió en acelerar la resolución de solicitudes de asilo que, en los últimos meses, desbordó los albergues en la frontera norte de México.
Ambas partes convinieron en que, si las medidas que se van a tomar no tuvieran los resultados esperados, se volverán a reunir en 90 días para tomar medidas adicionales.
