Redacción. El municipio de Catacamas está de luto y profundamente conmocionado tras conocerse el fallecimiento de la doctora Erlinda María Guifarro Sierra, la única médica fisiatra del departamento de Olancho, quien perdió la vida en un accidente de tránsito en Guatemala.
La noticia fue confirmada por las autoridades guatemaltecas, que reportaron la identificación del cuerpo sin vida de la doctora en un accidente vial.
Según informes preliminares, la doctora Guifarro Sierra viajaba con destino al departamento de Zacapa, Guatemala, donde iba a desempeñar labores médicas en el hospital local.
El accidente ocurrió a inmediaciones del municipio de Zapaltagua, en el departamento de Jutiapa, del país antes mencionado. Su cuerpo quedó dentro de una camioneta de color blanca en la que se transportaba.
Según los primeros informes, el vehículo en el que iba la médico se salió de la carretera. Aunque fue auxiliada y llevada con vida a un centro asistencial cercano, lamentablemente no logró sobrevivir.
“La doctora, que apreciamos mucho en este pueblo, se nos marchó. Hoy queda en su recuerdo, en su familia, en los amigos”, expresó un reportero de Hoy Mismo, conmovido por la pérdida de una figura muy querida en la comunidad.
Asimismo, este reportero mencionó que su partida deja un vacío inmenso no solo en el ámbito profesional, sino también humano, ya que era una mujer de gran dedicación y calidez.
Conmoción en Olancho
Uno de sus vecinos, en entrevista radial, también lamentó profundamente el hecho. “Todavía no podemos creer que ella ya no está con nosotros. Era nuestra vecina, nuestra amiga de la infancia. Compartimos, desde la niñez hasta la adolescencia, logros personales y académicos… Era una gran profesional”, recordó.
Erlinda María Guifarro no solo era reconocida por ser la única fisiatra de Olancho, sino también por su compromiso con el servicio público y su cercanía con los pacientes. Su formación, entrega y calidez humana la convirtieron en un referente dentro del sistema de salud regional.
La noticia ha circulado ampliamente tanto en Honduras como en Guatemala, donde también tenía vínculos personales y profesionales. La comunidad médica y los vecinos de Catacamas despiden hoy a una mujer excepcional, cuya vocación marcó una huella imborrable en todos quienes la conocieron.