Redacción. Romeo Vásquez Velásquez, Venancio Cervantes y Carlos Puerto abandonaron el centro penal de Támara este domingo, luego de que un juez dictara la medida cautelar de arresto domiciliario en su contra.
Estos tres exjerarcas militares, quienes permanecieron privados de su libertad casi una semana, enfrentan acusaciones por el homicidio de Isy Obed Murillo, un ciudadano que perdió la vida a consecuencia de un disparo en la cabeza durante las protestas que marcaron el golpe de Estado de 2009 en Honduras.
El juicio en su contra comenzó ayer en una audiencia inicial que se extendió por varias horas. Tras escuchar los argumentos de las partes involucradas, el juez encargado del caso dictó auto de formal procesamiento.
Esto significa que los tres acusados continuarán siendo procesados judicialmente, pero podrán cumplir la medida cautelar de arresto domiciliario. Esta medida permite que los tres ciudadanos permanezcan en sus hogares bajo estricta vigilancia y supervisión.
Ya están libres
El traslado de los tres exmilitares desde la prisión hasta sus residencias fue realizado en vehículos oficiales y bajo un riguroso dispositivo de seguridad. A pesar de la expectación mediática, los acusados se abstuvieron de hacer declaraciones a la prensa que aguardaba fuera de la prisión.
Además de la medida de arresto domiciliario, los tres imputados tendrán que cumplir con otras restricciones. Están sujetos a vigilancia constante por parte de sus abogados. Asimismo se les ha prohibido abandonar el país, lo que busca garantizar que continúen respondiendo al proceso judicial en su contra.
El Poder Judicial indicó que la fecha de la audiencia preliminar, en la que se definirá el futuro del caso, será comunicada a las partes en un momento posterior. La expectativa es que durante esta etapa se determinen nuevas pruebas o se fortalezcan las ya presentadas.
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Proceso judicial
Durante la audiencia que se extendió por más de 24 horas laborales, el Ministerio Público (MP) presentó catorce pruebas fundamentales, mientras que tres peritos se les juramentó para declarar en el proceso. Además, se escucharon testimonios clave de cuatro testigos presenciales de los hechos.
Por su parte, las defensas legales de los imputados también presentaron una serie de pruebas documentales, junto con declaraciones de cuatro testigos adicionales. Además, presentaron dos consultores acreditados que podrían influir en la resolución del caso.
Una vez concluida la evacuación de todos los medios de prueba, el juez evaluó los indicios razonables que apuntan a la posible responsabilidad de los tres imputados en el crimen de Murillo. Con base en esta evaluación, se decidió que los exjerarcas militares seguirán enfrentando el proceso judicial, aunque se encuentren bajo arresto domiciliario.