TEGUCIGALPA. La Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) iniciará en las próximas semanas un programa de reforestación masiva en la capital, con el propósito de que la ciudad cuente con más áreas verdes que se conviertan, en el futuro cercano, en generadoras de oxígeno para sus pobladores.
Son alrededor de 150 mil árboles los que están listos en los viveros municipales para ser sembrados en diferentes zonas de Tegucigalpa y Comayagüela, por lo que el proceso empezará en mayo próximo para aprovechar las lluvias que, según los pronósticos, comenzarán a caer a partir de ese mes.
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Al respecto, el titular de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) de la comuna, Jonathan Laínez, manifestó que en la presente administración edilicia se realiza el cultivo de alrededor de 185 mil plantas de distintas especies que también ayudarán al ornato de las ciudades gemelas.
La meta de las autoridades de la Alcaldía es que por cada árbol cortado se sembrarán cinco, lo que vendrá a mejorar de manera sustancial el ambiente de la ciudad ante los efectos que está provocando el cambio climático.
De igual manera, se da mantenimiento a las áreas reforestadas y “evaluamos el traslado del árbol talado en zonas donde se ejecutan proyectos de infraestructura, aunque esto implique un costo mayor”, pues el compromiso es proteger las áreas verdes de la capital, explicó el jefe de la UGA.
“Hay árboles que sí tienen la suficiente consistencia para poder soportar un trasplante, pero hay otros que no, tal vez porque el tipo de planta no soporta” el traslado, señaló por su parte el alcalde municipal Nasry “Tito” Asfura.
Indicó que “alrededor de mil 500 árboles han sido trasplantados y hemos sembrado alrededor de 25 mil árboles nuevos, para poder nosotros también trabajar en el tema de ambiente”.
“No es que solo estamos construyendo puentes por construirlos o haciendo túneles, pasos a desnivel, no, estamos enfocados también en el cambio climático”, enfatizó el edil.
Refirió que es muy importante tomar en cuenta que en la capital hay un parque vehicular de aproximadamente 600 mil automóviles y la ciudad creció por espacio de 80 a 100 años sin ninguna planificación para este tráfico vial, lo que genera congestionamientos que, a su vez, provocan grandes emanaciones de dióxido de carbono, cuya fórmula química es CO2.
Los enormes atascos de vehículos “provocan una enorme contaminación por la emanación de gases como el CO2 que es de los más nocivos para el cambio climático y el efecto invernadero”, subrayó el edil.
