Tegucigalpa, Honduras. Un juez dictó detención judicial en contra de Óscar Eduardo Cálix y Santos Mauricio Ortiz Rivera, sospechosos del secuestro de la maestra Aleyda Nohemí Cabrera en Olancho.
A ambos los capturaron la noche del pasado lunes 20 de enero en Gualaco, Olancho, mismo lugar donde se reportó el desaparecimiento de la educadora hace más de una semana. Luego, los movilizaron hasta Tegucigalpa para seguir con su proceso judicial.
En la audiencia de declaración de imputado, la Sección Antisecuestros y Operaciones Especiales de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) sustentó el requerimiento y con los indicios necesarios el juez tomó la determinación de mandarlos a la cárcel.
Por ahora, a ambos se les acusa del delito de secuestro agravado en perjuicio de la profesora Aleyda Cabrera. No obstante, tras la exhumación y autopsia del cuerpo, podrían salir más pruebas que los vinculen en el asesinato.
Por otro lado, en el caso de Santos Mauricio Ortiz Rivera también se le imputa el ilícito de portación ilegal de arma de fuego. La audiencia inicial en la causa quedó agendada para el próximo lunes 27 de enero en punto de las 9:00 de la mañana.
Lea además: Hombre «de confianza» de maestra, uno de los acusados de crimen en Olancho
Un caso estremecedor
El caso ha estremecido al departamento de Olancho, debido a que la maestra era un persona muy querida y conocida. Ella desapareció el pasado 14 de enero cuando iba a encontrarse con unos amigos, pero no volvió a su casa.
Luego, los captores y ahora acusados llamaron a la familia solicitando 3 millones de lempiras a cambio de la libertad de la docente. Sin embargo, a ella le habían quitado la vida el mismo día en que la secuestraron.
Tras la llamada, la familia puso la denuncia ante las autoridades. Es por ello que se conformó un equipo de investigación de expertos de la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS) de la Policía Nacional.
Los uniformados recabaron datos y constataron que la maestra Aleyda salió a eso de las 6:30 de la tarde del 14 de enero de su casa situada en el barrio Los Laureles de Gualaco, Olancho, y abordó su camioneta Honda CRV color azul y desde allí no se supo más de ella.
Luego de algunos días de investigación, las autoridades policiales dieron con el paradero de los supuestos secuestradores y una vez detenidos dieron más detalles del hecho. Esto permitió localizar el cuerpo semienterrado de la docente en la orilla de la calle que conduce a la aldea de San Pedro de Gualaco.