95 aniversario: así nació Volvo, la marca consentida en Suecia

En Suecia están de fiesta. Y es que la principal marca automovilística de ese país -con permiso de Koenigsegg y la extinta Saab- está celebrando su aniversario Nº 95, uno que viene justo cuando la marca está haciendo su vuelco más importante de la historia, hacia la electro movilidad. ¿Sabes cómo nació Volvo y cuál fue el primer auto que salió de las instalaciones de la marca?

La historia de Volvo nace estrechamente ligada al concepto de seguridad, algo también muy lógico si se piensa en las duras condiciones que enfrentaban los conductores en Suecia, especialmente durante los meses de invierno. “Los autos son conducidos por personas. Así, el principio rector detrás de todo lo que hacemos en Volvo, por lo tanto, es y debe seguir siendo la seguridad”, es la frase que resuena hoy en Gotemburgo y que se asigna a Assar Gabrielsson y Gustav Larson, los fundadores de la marca que produjo su primer vehículo -el Volvo ÖV 4- en 1927, en Estocolmo.

El primero

Este vehículo, cuyas iniciales provienen de las palabras ‘Öppen Vagn 4 cylindrar’ (carruaje abierto), montaba un motor 1.9 litros de cuatro cilindros en línea, que producía 28 Hp y 100 Nm de par máximo, y que estaba gestionado por una caja manual de tres relaciones. El Volvo ÖV 4 podía andar a un máximo de 90 km/h, y entre sus particularidades se cuenta que a los meses de lanzado -como dando cuenta del ADN de la marca- comenzó a ofrecer frenos a las cuatro ruedas.

Al no ser los autos cabrio precisamente aptos para el clima sueco, la marca lanzó también en 1927 el Volvo PV 4, la derivación con techo. Un año después se introdujo una actualización con pilares más delgados y trompa más larga. La luneta ovalada pasó a ser rectangular.

En sus dos primeros años, Volvo produjo unos mil vehículos y casi 700 de ellos fueron justamente con techo. Entre las particularidades de aquellas primeras horneadas, se cuentan 70 camionetas denominadas ÖV 4 TV, que fueron especialmente fabricadas para la televisión estatal sueca.

¿Otro dato? Desde aquel primer modelo, la insignia de Volvo jamás cambió. Este símbolo -erróneamente asociado a la flecha del sexo masculino- corresponde al emblema del hierro, un producto sueco muy reconocido en la Europa de hace un siglo. Todo se explica también por el hecho que Volvo nació como escisión del gigante de los rodamientos SKF.

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