REDACCIÓN. El Ministerio Público (MP), a través de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida, solicitará una pena de 220 años de reclusión para Marco Tulio Suazo Mejía, declarado culpable por el asesinato de nueve personas y la tentativa de asesinato en perjuicio de tres testigos protegidos.
La Fiscalía logró demostrar su participación en la masacre ocurrida el 6 de marzo de 2023 en la aldea La Brea, Comayagua. Según las investigaciones, Suazo Mejía y otros sujetos interceptaron un vehículo y abrieron fuego contra sus ocupantes, causando la muerte de Henry Ismael, Limber Joel, Carlos Humberto y Miguel Ángel Aguilar Delcid, así como de José Aguilar Morales, Ismael Aguilar Morales, Edwin Anael Hernández Cálix, Hernán Domínguez y Rosa Delia Canales Alemán.
Desde el inicio del caso, la Fiscalía trabajó en conjunto con la Policía Nacional y la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para recabar pruebas y dar con todos los responsables. Las investigaciones continúan abiertas para identificar y capturar a los demás implicados en el múltiple asesinato.
La audiencia de determinación de pena está programada para el 21 de febrero de este año, donde el MP solicitará 20 años de cárcel por cada asesinato y 13 años y tres meses por cada tentativa de asesinato, sumando un total de 220 años de reclusión.
Más detalles sobre la masacre
El crimen del 2023 tuvo su origen en un conflicto entre familias debido a un robo de ganado. Investigaciones revelan que una familia poderosa de la zona sufrió el hurto de su ganado y, tras indagaciones erróneas, atribuyó la responsabilidad a la familia Aguilar, que resultó inocente. Sin saber que estaban engañados por otra familia, los afectados del robo planificaron una venganza brutal.
El día del ataque, seis miembros de la familia Aguilar transportaban a su padre a una clínica cuando al menos 12 hombres armados los interceptaron. En el vehículo también viajaban dos pastores evangélicos y una maestra, quienes pidieron aventón sin imaginar que formarían parte de las víctimas de la masacre. Casi todos fueron acribillados en un sector oscuro del caserío. Solo dos personas lograron sobrevivir.
Las autoridades determinaron que la familia que perpetuó el ataque contaba con contactos dentro de la Policía Militar y Nacional. Eso dificultó la captura de todos los involucrados.