SAN PEDRO SULA.- Les prometieron obras complementarias para que no se opusieran a la construcción de las nuevas casetas de peaje pero al darse cuenta que era mentira, los empresarios y la población de El Progreso han protestado fervientemente en su contra.
«Se les está complicando porque la oposición que hay en El Progreso ha ido creciendo, y otras comunidades ya se están organizando», dijo Jorge Larios, el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Honduras.
Larios profundizó en el asunto. En retrospectiva, la problemática se vino gestando desde hace muchos años.
«Es un proyecto de hace muchos años que se pretendía iniciar en el 2007 y que iba a ser financiado con fondos de la Cuenta del Milenio pero con el golpe de estado todo eso se vino abajo. Como el proyecto ya estaba diseñado no quedó otra alternativa que construirlo con la inversión publico-privada», explicó Jorge Larios.
Pero no fue sino hasta hace relativamente poco, en el 2014, que el proyecto fue presentado en la ciudad de El Progreso. Representantes de COALIANZA, un ente gubernamental encargado de gestionar los proyectos de inversión público-privada, se reunieron en ese entonces con la Cámara de Comercio e Industrias de El Progreso para presentar y discutir el proyecto.
En ese entonces, pintaron la escena de manera tal que los empresarios ahí presentes quedaron encantados.
Obras complementarias hubieran sido el despegue de la ciudad
«Lo que plantearon fue muy bonito», comentó Larios. «Lo que nos motivó fueron las obras complementarias que vendrían para la ciudad de El Progreso, visualizamos que ese era el despegue de la ciudad».
«Nos mintieron», aseveró Larios. «El proyecto viene arrancando más de dos años después y nos enteramos que las dichas obras complementarias que habían prometido para la ciudad ya no los harían».
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Larios compartió que se dieron cuenta de esto en una exposición hecha por el ingeniero Darío Gámez. “No hay obras complementarias para El Progreso», les dijo tajantemente el ingeniero. Por si eso era poco, también les hizo saber que el puente La Democracia (dañado gravemente en el terremoto del 2009) no sería reparado.
«Eso fue decepcionante», dijo Larios.
Una vez caído el velo, los miembros de la Cámara de Comercio cambiaron su postura ante la instalación de las casetas de peaje.
Según cuenta Larios, le hicieron saber directamente al entonces comisionado de COALIANZA, Tony Pineda, que «si hacían cosas que la población no aceptaban, que la sociedad civil no aceptaba, entonces iban a tener problemas».
Y problemas han tenido, efectivamente. Docenas de protestas, huelgas de hambre, paros cívicos y hasta casetas de peaje clausuradas han aparecido en la factura que los Progreseños le han pasado a las autoridades por el embuste que, según afirman ellos, les han hecho.
