Redacción. A pesar de que ya ha culminado la temporada de Navidad, época en la que se registra el mayor número de niños afectados por quemaduras, un total de 11 niños permanecen internados en el Centro Hondureño para el Niño Quemado (Cehniq).
Durante diciembre e inicios de enero se registró una disminución considerable en las cifras de niños quemados a causa de la manipulación de pólvora. Pero se ha observado un incremento en otros casos, entre ellos los quemaduras causadas por líquidos calientes.
Hace tan solo unos días atrás, más de veinte menores estaban internados en la sala de hospitalización del centro asistencial especializado, aunque, en las últimas horas, al menos nueve niños han recibido el alta médica y continúan con su recuperación en casa.
Alfredo Ortiz, portavoz del Cehniq, informó a Diario Tiempo que «la cifra sigue siendo alta. Ayer (viernes) teníamos 13 niños internados, pero se registraron dos altas más y hoy (sábado) amanecimos con 11 niños en la sala, lo que representa un 89 % de ocupación».
Lea además: Niña de 13 años quemada por flamazo en Copán tiene los órganos comprometidos
Niños pequeños sufren accidentes en casa
Ortiz resaltó que las principales causas por las que los niños ingresan con quemaduras al Cehniq son los líquidos calientes y flamazos. Hace poco llegó desde Santa Rosa de Copán (Copán) una menor, de 1 año, con severas quemaduras por fuego, y aún permanece hospitalizada.
«La edad que más incidencia presenta es entre 0 y 7 años. De los 11 niños que quedan internados, son los casos más graves que se registran por quemaduras. De ellos, 3 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 9 en sala de hospitalización, aunque todos se encuentran delicados por la gravedad de sus quemaduras», añadió el portavoz institucional
Otro dato que se resalta es que la mayoría de los pequeños que permanecen internos son varones, mientras que un menor porcentaje son niñas. «De los 11 que están, 7 son varones y los 4 restantes son niñas», destacó Ortiz.
La mayoría de incidencias se reportan en las viviendas de los menores, donde ellos ingresan a las cocinas y corren el peligro de que caigan sobre ellos líquidos calientes. Es por ello que los médicos continúan llamando la atención a los padres para prevenir estos escenarios.