ATLÁNTIDA, HONDURAS.
El conductor de una unidad de transporte de la empresa JUDÁ fue ultimado a disparos este día cerca de una estación gasolinera en La Ceiba.
La víctima respondía al nombre de Marco Antonio Reyes, de 30 años de edad, cuyo cadáver yacía en el interior de su automotor de trabajo con número de registro 247.
Según información preliminar, dos sujetos en motocicleta perseguían al occiso y cuando uno de ellos tuvo la oportunidad, comenzó a dispararle en reiteradas ocasiones hasta matarlo. Se presume que le provocaron al menos 10 heridas.
Luego de lograr su cometido, huyeron de la escena del crimen y tomaron un camino desconocido.
«Nunca le conocimos nada malo. Él era un buen hombre. A todos los compañeros nos duele. Cuando necesitábamos ayuda él estaba con nosotros», fueron las declaraciones de otro transportista de la misma empresa.
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«Impuesto de guerra», posible móvil del crimen
Al lugar se hicieron presentes elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para comenzar a hacer las indagaciones del caso.
Hasta el momento se desconoce el móvil de lo ocurrido, aunque la primera hipótesis es la extorsión o, el conocido «impuesto de guerra». Se espera que el asesinato se esclarezca en los próximos días.
Levantamiento
Más tarde, y luego de que el área había estaba acordonada por la Policía Nacional, personal de Medicina Forense hizo el levantamiento del cadáver con base a ley. Posteriormente, lo trasladó a la morgue de San Pedro Sula, también en la zona norte del país.
