ATLÁNTIDA, HONDURAS.
Luego de detener a Ninrod Castellanos, sospechoso de matar al agente de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), José Banegas, la Policía llegó a la casa del presunto sicario para continuar con las diligencias correspondientes, en busca de evidencia para acusar al detenido.
En la operación, elementos de la Policía informaron que encontraron el arma de fuego que había sido asignada al agente fallecido. Y también una motocicleta de color verde, la cual coincide con la descripción de los testigos.
El hallazgo de estos objetos, principalmente el del arma, genera una nueva hipótesis: al DPI lo habrían matado luego de intentar robarlo. La nueva indagación en muy diferente a la presentada anteriormente, la cual que era a Banegas lo asesinaron por sus trabajos de investigación.
El hecho
Más versiones de testigos indican que, minutos antes de lo ocurrido, el uniformado se había bajado de una unidad de transporte público y se dirigía hacia su casa, pues llegaba desde Tegucigalpa. De pronto, un sujeto que se conducía en una motocicleta le disparó cuando cruzaba la calle. Luego de esto inició un enfrentamiento entre el delincuente y el DPI. El agente de seguridad infirió dos heridas a su agresor. Pese a esto, el sicario le dio un disparo certero y lo asesinó.
El cadáver de Banegas yacía cerca de un carro turismo de color gris, el cual se presumía que era de él.
La detención del sospechoso
La Policía supo del ingreso de una sujeto con heridas de bala a un centro asistencial de la zona atlántica. Por tal razón, llegaron al hospital y allí detuvieron a Castellanos por ser sospechoso del crimen. Los retratos hablados y las heridas que presentaba en su cuerpo lo vincularon como el autor material del crimen.
Luego de detenerlo, a Castellanos lo trasladaron una estación de la Policía.
