En una comparecencia ante los medios, el comandante Stuart Cundy señaló que la «compleja operación» para buscar y rescatar a las personas que quedaron atrapadas continúa en marcha.
Más de 250 bomberos, un centenar de médicos y otros cien policías se desplazaron de madrugada al edificio. Este inmueble tiene 24 plantas y 120 viviendas, donde presumiblemente había cientos de personas.
La Policía acordonó inicialmente el edificio ante el miedo a que se pudiera derrumbar. No obstante, un ingeniero de estructuras dio luz verde a los equipos de rescate.
Testigos narraron que en la noche se vieron luces de teléfonos móviles (celulares) y linternas en los pisos superiores. Estiman que se trataría de personas atrapadas que pedían ayuda. Algunos adultos, incluso, lanzaban a niños por las ventanas en un intento de salvarles la vida.
Londres y su drama
Una vecina del inmueble, Samira Lamrani, relató cómo desde la calle podía ver a «gente en las ventanas. Estas golpeaban frenéticamente y gritaban». Otras personas desde la calle intentaban tranquilizarlas.
La responsable del Servicio de Bomberos de Londres, Dany Cotton, afirmó en una comparecencia ante los medios que se trata de un incendio «sin precedentes» en la capital británica, como no ha visto en veinte años de carrera.
El Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, donde se encuentra el edificio, señaló que su objetivo es dar apoyo al rescate.
«Las causas del fuego tendrán que ser investigadas a conciencia» una vez finalicen las tareas de los equipos. Así lo indicó el primer edil del distrito, Nick Paget-Brown.