SAN PEDRO SULA.- Con la denuncia de Cristina Guerra Gonzales, una hondureña que asegura que fue víctima de robo dentro de una sucursal bancaria de La Entrada, Copán, resurgen viejos métodos de estafa en nuestro país.
Según la denuncia de Guerra, tres mujeres se las arreglaron para convencerla de retirar y entregarles 75,000 lempiras de su cuenta de ahorros.
Según el relato de la señora Guerra, esas mujeres lograron de alguna manera alterar su estado de conciencia para que posteriormente siguiera sus órdenes sin objeción alguna. Ella asegura no recordar nada hasta que de pronto se encontró fuera del banco, con los documentos que certificaban el retiro que había hecho.
En vista de que la habían despojado de su dinero, procedió a hacer la denuncia en una posta policial de Copán.
Usan drogas para robar sin uso de violencia
Tanto en Honduras como en países de Sudamérica como Colombia y hasta en Europa se registran este tipo de atracos «no violentos».
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Ha sido bien documentado el uso de ciertos componentes de la flor conocida como «Floricunda» («Borrachero» en colombia y «Semilla de Borrachero» en España) para llevar a cabo este tipo de robos.
Escopolamina ha sido bautizada la mezcla con fármacos antidepresivos que produce el efecto de automatismo (supresión de la voluntad) que suministran a las víctimas echándola a una bebida, impregnada en un papel o pañuelo o simplemente soplándola.
Una vez surte el efecto, la víctima hace lo que le pidan sin cuestionarlos, como si conociera a sus asaltantes de toda la vida.
1.186 casos se reportaron en el año 2012 en Colombia solamente.
En Honduras se han reportado casos similares como el reciente caso ocurrido en La Entrada, Copán, sin embargo no se lleva una estadística clara por parte de las autoridades. A esto se suma que la mayoría de las víctimas, en su confusión, acaban por decidir no llevar a cabo una denuncia.
La escopolamina
En el mundo delincuencial, según la Policía, se le denomina escopolamina a cualquier hipnógeno capaz de suprimir la voluntad de las personas y hacer perder la memoria de todo lo que sucede durante el tiempo que dura el efecto.
