VENEZUELA.- Ya ni en los pueblitos se puede estar tranquilo, una triste realidad que fue filmada en un Aragua, Venezuela.
Como es costumbre, un grupo de personas se despedían en las afueras de una casa.
Ninguno de ellos pudo anticipar lo que estaba a punto de suceder.
De manera vertiginosa les cambió la suerte.
Porque de la esquina apareció un joven de delgada figura, que se acercó a ellos prácticamente corriendo.
También aparece otro quien decide cubrir el otro flanco de una camioneta blanca, que está justo detrás de los conversadores.
A ellos se suma luego un asaltante más… sin duda alguna que esa zona es peligrosa.
El primero y el que aparentemente es el único que anda armado, apunta un revolver en todo momento contra las personas.
A la que parece ser la dueña de la camioneta es la que ataca primero, incluso la agarra de una mano.
La cosa se pone más tensa incluso, cuando uno de los hombres pone resistencia al asalto.
El ladrón de la pistola apunta al que se revela.
Se llevan la camioneta
En cuestión de segundos obtienen sus pertenencias y ni cortos ni perezosos se montan a la camioneta y arrancan.
Como si aquello fuese de lo más normal, arrancan despacito, sin ninguna prisa. Esperan a que se despeje el tráfico y se van.
Queda entonces la rabia y la confusión entre los asaltados, quienes ante el estupor que estos sucesos dejan ni siquiera se apresuran a buscar ayuda.
Escenas así son de lo más normal en la actualidad en muchas partes del mundo. Nuestro país, para no irnos tan lejos, ha visto la misma película una y otra vez.
