Tras casi dos semanas en coma, sus familiares se dan por vencidos y justo cuando van a desconectarla ella susurra: «Soy una luchadora».
Para muchos esta historia solo tiene una palabra para definirse y es «milagro».
Lyndee Pellettiere-Swapp fue encontrada por su hijo Steven en su casa desmayada y enseguida la llevaron al hospital, donde cayó en estado de coma.
La condición médica de Lyndee no cambió durante los siguientes 12 días. Fue entonces cuando los médicos informaron a la familia de que lo más probable es que nunca despertaría; por lo tanto, deberían quitarle el soporte vital.
El esposo de Lyndee en repetidas ocasiones le susurraba al oído, «necesito que pelees, necesito que pelees». Sin embargo, sus palabras no cobraban ningún efecto.
Tras el diagnóstico médico y las pocas esperanzas que daban para que la mujer despertara, su marido y sus hijos decidieron seguir las recomendaciones de los expertos. De la misma manera, hacer cumplir el deseo de Lyndee, de donar sus órganos.
La familia se preparó para despedirse de la mujer, y uno a uno pasaban a decirle «adiós». Entonces ocurrió algo inimaginable.
Justo antes de apagar los aparatos, Lyndee pronunció tres palabras que dejaron atónitos a todos: «Soy una luchadora».
Sin duda, Lyndee no estaba lista para partir y dejar a toda su familia. Un dato sorprendente es que ella recuerda todo lo que ocurrió mientras estuvo en coma:
TRAS SEMANAS EN COMA
Desde su esposo pidiéndole que luchara por su vida, a su sobrina leyéndole, hasta las discusiones sobre si quitarle o no el apoyo vital.
La felicidad que inunda a la familia por tener de vuelta a Lyndee es inmensa. Ella espera que su historia inspire a otras familias a no darse por vencidos.
Incluso señaló en una entrevista a un programa de noticias, “Wake Up Arizona”, “Solo porque no estés consciente no significa que no puedas oír».
«Así que debes hablar con tus seres queridos si estás en esa situación. Ellos te escuchan”, apuntó Lyndee.
Fuente: Telemundo
