Tegucigalpa. La operación denominada «Tormenta de Fuego VIII» que inició el pasado miércoles dejó como resultado el desmantelamiento de una red de trata y explotación comercial de mujeres.
Durante el operativo se ejecutó el arresto de sus principales cabecillas en una lujosa vivienda ubicada en residencial «El Sauce», al sur de la capital.
Los detenidos son Frank Anthony Fúnez y Sasha Paola Zelaya. Los imputados deberán responder por el supuesto delito de trata de personas en modalidad de explotación sexual comercial.
Según datos oficiales, los acusados dirigían una red que reclutaba mujeres y las ofrecía sexualmente a extranjeros y nacionales. La organización delictiva operaba en todo el territorio nacional y era conocida como «Illusion Escorts».
Fúnez y Zelaya eran los encargados de coordinar los encuentros sexuales. Todo se coordinaba mediante mensajes de texto y un sitio web donde se encontraban imágenes de las mujeres que prostituían.
Del igual forma, testigos aseguran que «Tony» mantenía relaciones sexuales con todas las mujeres antes de contratarlas. Esto con el fin de comprobar si cumplían con los estándares de sus clientes.
De acuerdo a las investigaciones, la organización funcionaba como una supuesta agencia de modelaje. Sin embargo, se constató que utilizaban exuberantes modelos y estudiantes universitarias para ofrecer servicios sexuales.
Ambos cabecillas se encuentran bajo custodia de las autoridades. Fúnez y Zelaya están a la espera de un juicio, en caso de ser encontrados culpables podrían purgar una condena de hasta 15 años de prisión.
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Ganaban más de 100 mil lempiras por noche
Clientes de alto poder adquisitivo desembolsaban hasta 900 dólares por una aventura sexual, una cifra que supera los 20 mil lempiras. A pesar de sus enormes ganancias, la pareja solamente pagaba 1,500 lempiras a las jóvenes por cada cliente.
Además, si ellas no cumplían los deseos sexuales del usuario, eran sometidas a severos castigos físicos.
Asimismo, se comprobó que la red promocionaba sus servicios en Internet con un catálogo de bellas mujeres hondureñas y extranjeras. La red mostraba la «mercancía» en fotografías donde las féminas posaban con vestidos cortos y lencería.
La mayor parte de las transacciones se llevaban a cabo en Tegucigalpa y San Pedro Sula. Fuentes aseguran que entre sus clientes figuran prominentes empresarios, políticos importantes, altos oficiales e incluso narcotraficantes.
Las ganancias que generaba el negocio de la prostitución a la pareja ascendían a más de 100 mil lempiras por noche.
