TEGUCIGALPA, HONDURAS. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para mejorar el sistema carcelario hondureño, las situaciones irregulares y de corrupción se mantienen al interior del centro penal Marco Aurelio Soto, ubicado en el Valle de Támara.
Así lo evidenció nuevamente un privado de libertad, quien en horas de la mañana llamó anónimamente a medios locales para denunciar actos de corrupción cometidos por los coordinadores de módulos carcelarios.
Según la versión, el enfrentamiento reportado el miércoles fue provocada por los mismo reos. Los denominados “paisas” le dieron “Golpe de Estado” a los coordinadores de los módulos porque ya no aguantaban la situación en que los mantenían.
De acuerdo al reo, esas personas son los que controlan en el centro penitenciario. Eso les permite tener “buenos negocios” a costa de amenazas a los otros privados de libertad.
“Ni la comida dan bien. Tienen buenos negocios y toda la comida la agarran para ellos. El Gobierno manda buena comida para todas las cárceles pero ellos la agarran para sus comedores. Y los reos muriendo de hambre con arroz y frijoles los tres tiempos. Eso no puede estar pasando”, aseguró.
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Abuso de autoridad
En ese sentido, el denunciante reiteró que los coordinadores generales de los módulos tenían el control y hacían lo que ellos querían con los otros reclusos.
“Maltratan a la gente con armas y amedrentan a cualquiera. El enfrentamiento del miércoles pasó porque toda la población está cansada de que pase eso. Y se tomó la decisión de quitar a esa gente porque ya no se aguanta la situación que se vive en ese centro de reclusión. La gente está cansada, nos amenazan y hasta la visita no se salva. Solo porque ellos eran la autoridad abusan”, reveló.
De ese modo, indicó que la reyerta del miércoles pasó porque los coordinadores no querían dejar el cargo debido a tenían mucho que perder. Por eso tomaron la decisión de quitarlos.
“No se sabe si es a esa gente que movieron pero ya no está aquí. La población carcelaria está tranquila porque ya no nos están molestando ni nada. Estamos a la espera de hablar con las autoridades, pero por los momentos toda aquí está tranquilo”, aseveró.
Asimismo, aclaró que el enfrentamiento no tiene nada que ver con pelea entre la Mara Salvatrucha (MS-13) y paisas. Ni por el control del mercado de la droga en el penal.
“En ese módulo no hay mareros. Solamente somos ‘paisas’. La verdad es que estamos cansados de la gente que mantiene el control en esos módulos carcelarios. Aquí todos somos ‘paisas’ y cada quien anda pasando de listo. Se le dio Golpe de Estado a toda esa gente”, afirmó el recluso.
Armas, droga y control
El privado de libertad recalcó que los coordinadores de módulos eran quienes tenían el control de armas, droga, comida y todo dentro del centro penal de Támara.
“Tenían amedrentada a la población. Lo que se quiere es vivir en paz. Toda esa gente que salió era quienes tenían amedrentada a la población. El beneficio solo era para ellos y sus familias. Con casas, carros y la población muriendo de hambre. Entre ellos se disponían los cargos. Ahora, toda la gente está en igualdad de condiciones”, sostuvo el denunciante.
El privado de libertad indicó que toda gente que llegaba a Támara tenía que pagar ingreso; si no pagaba lo golpeaban o sino amenazaban a su familia.
“La familia por temor a que le pase algo a su pariente consiguen el dinero para que estuvieran bien allí. Los ‘paisas’ decidimos darle Golpe de Estado a toda esa gente de los coordinadores. Cuando uno quería hablar lo amedrentaban y le decían que era sapo y que no debía andar hablando nada”, estableció.
Permiso de ingreso
Sobre el tema, otra persona que dijo tener un hermano guardando prisión en Támara también llamó. Comentó que es terrible la corrupción que existe en dicho centro penal.
Detalló que hasta el mismo director, quien otorga los permisos de ingreso, los vende por el valor de 500 lempiras.
“El director camina con hojas en blanco ya firmadas y se los da a los penitenciarios. Ellos las venden por 500 lempiras tenga o no papeles usted y lo dejan entrar”, denunció.
Igualmente, dijo que dentro de los módulos carcelarios hay coordinadores que extorsionan a la gente.
“A mi hermano le piden dinero semanal y yo debo de conseguirlo. Allí meten droga y de todo. El reo no puede hablar nada porque los tienen amenazados. A mi hermano le piden 500 lempiras semanales y se tiene que mandar dinero aparte porque les dan unos frijoles hasta con gorgojos. Los reos venden las cosas buenas y a los otros solo le dan pudrición”, enfatizó.
Para finalizar, cuestionó que pese a las denuncias que existen contra el director, las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) no han hecho nada para removerlo de su cargo.
Cabe recordar que en el enfrentamiento reportado el pasado miércoles al menos tres privados de libertad perdieron la vida; unos 26 resultaron con severas heridas en diferentes partes de sus cuerpos.
