«Quisiera ser abogada para sacar a papito de la cárcel»

Cualquier personas que desee ayudar a Víctor y su familia lo pueden hacer llamando al: 9687-4671 o depositando al número de cuenta en Banco de Occidente 211140126200 a nombre de Esteban Orellana Estévez.

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SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Hay casas que desde la entrada te dejan muy claro quienes viven en ellas, este es un ejemplo de la familia Santos, un humilde hogar en el que ahora sólo hay en sus paredes tiernos recuerdos de lo que fue Víctor Manuel durante su larga estadía, un ciudadano originario de la Aldea El Corpus, jurisdicción de La Unión, departamento de Copán, occidente de Honduras.

UN DÍA EN LA CÁRCEL

Ella (su madre), doña Olga María de 70 años de edad, lo ha visitado ahora nuevamente en la cárcel y esta vez con tristeza, día de visita y a muchos reos como Víctor se les permite una breve conversación, el hombre maduro, detenido «injustamente» tiene ya varias semanas en la cárcel, en una celda quizá inmunda llena de ratas, moscos, arañas, sin ventanas con un calor agobiante y húmedo, doña Olga mirando a un hijo que día a día se deteriora más, los colores se han tratado de escapar de su rostro, la piel mostrando erupciones purulentas, pero la más profunda herida es la «injusticia» que lo sumerge en una profunda depresión y en ese momento frente a frente con uno de los seres que más ama, le exclama:

¿Por qué? ¿Por qué yo?
A lo que ella humildemente y con consuelo le contesta: «es esa mujer mala hijo».

Víctor está acusado por la compatriota María Antonia de actos de lujuria contra su hija que ahora tiene alrededor de 15 años, pero la comunidad entera dice creer en su inocencia.

ENTRE ALEGRÍAS Y TRISTEZAS

Víctor (34) y Teresa (33) están juntos desde hace 14 años, se ha caracterizado por ser una persona trabajadora, honrada y sin ningún tipo de mal hábito. Estuvieron alquilando por un buen tiempo mientras buscaban una casa donde ubicar el resto de sus hijos, hasta hace unos cinco años a través de un programa de gobierno se les logró dar una vivienda, pues esa afortunadamente dejó de ser una preocupación para ellos.

Él pide tenerlo de regalo para el día del niño.
Él pide tenerlo de regalo para el día del niño.

Ahora que este humilde hondureño está en la cárcel, su familia está pasando grandes dificultades, la comida no les basta, Teresa debe de trabajar de sol a sol diariamente para poder llevar lo poco a su hogar, donde le esperan cinco angelitos preguntando que si qué hay de comer, mientras tanto, también hay preocupación al saber de un obligado retiro de sus centros de estudio, sus uniformes están casi en pedazos y de vez en cuando comen porque sus amiguitos son bondadosos y les regalan algo para pasar el día, mientras Teresa se las ingenia para llevar el dinero de la cena.

El sueño de Víctor y esposa siempre fue el de preparar a sus hijos para que sean grandes en la vida y no vivan lo mismo que a ellos les ha tocado pasar; sin embargo, Teresa está analizando la idea de sacarlos porque no hay dinero para todo lo que se solicita, lo más seguro es que los varoncitos vayan a cortar café en esta temporada o quizá a ayudar en la tierra a otro conocido, que sin duda los buscará por misericordia y no por capacidad; la mayorcita estaría yendo a alguna casa para asear y ganarse unos cuantos «pesos» como le llaman ellos.

Zoila, tía de Víctor.
Zoila, tía de Víctor.

«Antes no trabajaba, sólo mi esposo porque yo cuidaba los niños, ahora me ha tocado y apenas gano 150 lempiras diarios para lo que me ocupen: desde lavar, planchar o trabajar en la tierra, en ese tiempo ellos aprovechan a ir a recibir el pan del saber y en la tarde los dejo con algún familiar o vecino», señaló Teresa en exclusiva a Diario TIEMPO Digital.

Si Víctor no lograse salir de prisión ella tendría que seguir trabajando duro por sus hijos, comiendo menos de lo esperado, hacer los mandados desde la vía más humilde posible y ahorrar lo más que se pueda los costos de la casa mientras espera a su amado desde una ventana.

Cualquier personas que desee ayudar a Víctor y su familia lo pueden hacer llamando al: 9687-4671 

No es justo, es quizá lo que estás pensando en este momento, pero tener enfrente a esta familia donde sólo hay rostros desencajados por el supuesto «resentimiento de una mujer» da lástima, dicen algunos, mientras Víctor está encerrado lleno de tristeza por haber dejado lo que más ama, diciéndole lo único esperanzador que sale desde lo más profundo a su esposa: «Vieja, se que algún día voy a salir, sólo te pido que te cuidés y también a los cipotes (niños)».

Esposa e hijos de Víctor.
Esposa e hijos de Víctor.

Muchos de los que están afuera no se imaginan lo que personas como Víctor están pasando, incluso algunos creen que la ley es blanda, pero a veces es inhumana, la sensación de mirar por la ventana y mirar los vehículos, motocicletas, edificios y no poder tocarlos, el no poder acariciar ni siquiera un perro, esas quizá sean algunas de las pequeñas cosas que en esta situación se echan de menos.

A veces se siente impotencia al no poder nombrar una de las tantas «injusticias» que suceden en prisión y que estarían socavando el futuro de Víctor y su familia en este mundo ¿Quién los condena? Un juez, personas como él se preguntan lo siguiente ¿qué debe tener esa persona para resultar tan distinta a mí? Claro ¡tiene estudios! Realmente ¿es por eso que no se puede equivocar? Como él lo dice, la condena es justa ¿Cuántas veces no salen por la televisión policías, alcaldes y gente que se supone que son buenos, que han cometido delitos? Con esto no quiere decir que deberían dar siempre libertad, pero si deberían estudiar más los casos como los de este copaneco y estudiar más a las personas antes de condenarlas.

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Las personas con estatus socio-económico alto tienen un poder y una influencia enorme de manera directa o indirecta, en los ámbitos judiciales ya sea por los contactos personales de que disponen o ya sea por el poder decisivo del dinero. En muchos casos la condena puede quedar conmutada por el pago de una fianza económica que a pesar de ser elevada se liquidará con el mismo dinero que el rico ha estafado o robado.

Uno de sus hijos que más lo extraña.
Uno de sus hijos que más lo extraña.

Pero alguien como Víctor Antonio, un buen abogado o una buena defensa legal lo mira solamente en sueños porque no tiene dinero para pagarlo, porque tampoco la capacidad económica de su familia es suficiente y eso podría condenarlo a los cinco años de cárcel que le restan (ya pasó 14 meses y quedó en medidas sustitutivas) favoreciendo así «el capricho» de alguien, que sólo guarda rencor en su corazón, dicen conocidos del agricultor.

Las barreras psicológicas que lo separan de su esposa e hijos están a la orden del día, las barreras físicas son las rejas o los vidrios blindados para poder mantener una conversación; las distancias geográficas también, las dificultades para poder hablar por teléfono o para poder recibir una carta con una cierta intimidad, todo eso acaba convirtiendo la relación de esta familia en un auténtico drama gracias a la hondureña María Antonia, según lo dicho por aldeanos del Corpus.

Se podrá afirmar sin miedo a equivocarse, que si los jueces, abogados y fiscales conociesen de primera mano cómo funciona una prisión por dentro, el tipo de relaciones que se establecen entre aquellas cuatro paredes y el grado de deterioro que se produce en las personas encarceladas, sobre todo a nivel psicológico… no se atreverían a enviar a nadie.

Seguro que en estos momentos muchas personas del sistema judicial deben pensar que ellos han pisado a menudo las prisiones, que las conocen bien y que estamos exagerando.
De acuerdo a los dicho por personas que lo conocen de años, Víctor se ha convertido en una verdadera víctima del sistema de una fémina que en su mente está «sólo hacer daño a los más inocentes», sobre todo a causa de la ignorancia y la falta de sentido crítico.

Doña Olga y otro de sus hijos.
Doña Olga y otro de sus hijos.

Todo lo anterior hace en Víctor aceptar la prisión como la única respuesta válida y eficaz frente a la acción de ciudadanas como María Antonia López, siendo al parecer un tipo de persona que no mira el futuro de estos pequeños y su respuesta inmediata es el castigo y con la máxima dureza posible para un hombre al que casi todos califican como inocente. Personas como ella no tiene ninguna responsabilidad sobre errores inevitables, pero cuando se cometen y que se pudieron haber evitado, les cae encima todo el peso de la ley y la justicia, alegaron campesinos en palabras llanas.

LA SEGUNDA CAPTURA

«Como no debo nada, no me corro», era la frase de Víctor, quien ya sabía que las autoridades locales irían a aprehenderlo nuevamente, familia del imputado dijo que su abogado le recomendó que mejor se entregara, pero al parecer no se pudo, por lo que tres policías vestidos de civiles llegaron al Corpus visitando «con mentiras» a la mamá de Santos con el fin de encontrarlo, pero no estaba, pues recurrieron a la casa del muchacho donde él estaba junto a su esposa y dos de sus hijos, «Víctor usted tiene un problema en Santa Rosa y debe ir con nosotros, sólo dejénme bañarme y cambiarme y nos vamos», les dijo Víctor, minutos pasaron para que los oficiales se lo llevaran en un vehículo a la Granja Penal de Santa Rosa de Copán, donde según la mayoría está pagando algo injusto.

Extraña los juegos con su padre.
Extraña los juegos con su padre.

Se supo que hace seis meses la hondureña María Antonia dio nuevamente declaraciones junto a los dos niños implicados en el caso y según la tía del acusado, María los «manipuló» para que dijesen todo lo que a ella le convenía.

«Ella ha dicho que no retira la demanda porque teme ir presa, al parecer como que se ha arrepentido, pero no se atreve, ella es una persona con mucho odio en su corazón, sólo policías dice y a la comunidad no le ha gustado lo que ha hecho, ahora muchos la repudian por eso», aseveró la familiar de nombre Zoila.

Teresa Alvarado, pareja de Víctor.
Teresa Alvarado, pareja de Víctor.

TESTIMONIOS

Olga Elizabeth (hija de Víctor): «Me siento triste por estar sin mi padre, con mi madre y mis hermanitos estamos sufriendo, temo no seguir adelante con mis estudios, pero tengo la fe que vamos a salir de esto, les pido a las personas que quieran ayudarnos que me apoyen en mis estudios, ahora mi deseo es ser abogada para sacar a papito de la cárcel ¿Qué le diría a su papá si o tuviese enfrente? No lo he podido ver y se que está afligido, pero quiero decirle que no se preocupe que nosotras vamos a salir de esto y si el presidente nos ayuda sería mejor, ya sea poniendo una defensa a mi papá o ayudándome en mis estudios».

Doña Olga (madre de Víctor): Tengo cuatro hijos y Víctor es el tercero, me siento triste por él, siempre ha sido muy amoroso y me hace falta, sólo llorando paso y ni duermo en las noches por estar pensando en mi cipote (hijo), él me ayudaba mucho, ahora hasta se me baja la presión y se me complica hablar, ella es mala y me lo acusa sin ser las cosas, parece ser un odio que me le tiene. Él es inocente, todo mundo habla bien de mi hijo, ha sido una persona trabajadora que hasta llegaba de noche a la casa porque no le alcanzaba el día, quiero que me lo saquen y tenerlo en la casa, cuando el estaba aquí yo estaba bien y no enferma como ahora que parece que me voy a morir ¿Ha recibido apoyo por parte del acalde municipal en este caso? No usted, el Alcalde Serafín Tábora no me ha ayudado para lograr sacarlo».

Orlguita extraña a su padre.
Olguita extraña a su padre.

Zoila (tía de Víctor) «El hecho ocurrió hace varios años cuando él venía de trabajar como a eso de las 4 de la tarde, iba por una quebrada y se encontró a dos niños, entre ellos, la hija de María Antonia, que en ese entonces tenía alrededor de cinco años y con su primo. Ambos venían de traer leñas enviados por su mamá y al mirar la quebrada creciente no se atrevían a pasar, Víctor los encontró y los tomó de una mano cada uno para que las aguas no los arrastrara, de repente cuando ya iban para la casa, se encontraron a la mamá de la menor y ella lo primero que dijo fue que él había tocado a su hija aprovechando que estaban solos».

¿Hubo algún problema antes de lo sucedido entre ellos?
«Ni eran amigos, tampoco enemigos, lo que pasa es que Víctor se llevaba muy bien con una vecina de María Antonia en ese entonces y con quien ella tenía pleito, pues lógicamente no le agradó que Víctor la visitase, desde allí inició el odio hacia él»

Yérixon Nahín (hijo tercero de Víctor) «Quiero mucho a mi papá y no se qué problema tiene, se que está en la cárcel y supongo que es un lugar malo, me siento triste por eso y este día del niño quiero tenerlo como regalo».

Doña Olga es su propio refugio.
Doña Olga es su propio refugio.

Gerson Ariel (niño segundo de Víctor) «Quiero seguir estudiando y no que una mujer mala nos lo quite, yo estuve cuando se lo llevaron, sentí gran pesar en mi corazón y quería defenderlo, lo noté triste. Lo extraño mucho porque jugaba con nosotros, le daba la mitad de mi comida porque lo quiero y ha sido amoroso. Mis amigos me pasan preguntando por él, me dan cosas para comer en la escuela, a veces me dan cinco pesos (lempiras) y se los paso a mi mami para que ella los gaste en lo que necesite».

HIJOS DE VÍCTOR:

El dolor por no poder hacer nada.
El dolor por no poder hacer nada.
  1. Olga Elizabeth de 13 años de edad
  2. Gerson Ariel de 11 años de edad
  3. Yérixon Nahín de 8 años de edad
  4. Lesbi Daniela de 7 años
  5. Nayeli Michelle de un año y medio.

AYUDA

Víctor actualmente está necesitando ayuda de un abogado que lo pueda representar para conocer a profundidad su caso y pueda salir en libertad, también su familia está ocupando mucho apoyo económico.