Cuando hablamos de artistas embajadores de la cultura de Honduras, el primer nombre que viene a mi mente es el de Ángel Ríos. Es común verlo en todo tipo de escenarios: grandes, pequeños, nacionales e internacionales. Siempre alegrando al público con su fusión clásica-tropical, un poco de parranda garífuna, algo de jazz.
Uno de los músicos más versátiles y sorprendentes con los cuales he tenido el gusto de compartir una copa de vino tras escenarios y amenas pláticas compartiendo una taza de café.
¿Ganarse la vida tocando el violín? ¿En Honduras?
Generalicemos un poco: ¿Ganarse la vida siendo artista? ¿en Honduras? Conocí a este prodigioso músico hace un par de años mientras preparaba junto a Fundación Eléutera el evento «Por Amor al Arte».
El propósito de éste, era crear un espacio donde empresarios y profesionales de varias ramas, pudieran conversar con artistas de todos los géneros y responder a esas mismas preguntas que me hacía yo hace un par de oraciones: ¿Cómo ganarse la vida en Honduras siendo artista? Impuestos, créditos, día a día, las escuelas de los hijos, en fin. Si la vida ya es «dura» para muchos; ¿Cómo será para los artistas en un país donde no existen ni leyes, ni estatutos que protejan las artes y sus emprendedores?
Ángel y su colega Rodolfo Escoto (prodigioso violinista hondureño que nos representa en Bélgica) casualmente caminaban ese día por los pasillos del Edificio Krissol en San Pedro Sula, mientras preparábamos el evento. «Él es Ángel Ríos» me comentó Guillermo Peña, director de la Fundación Eléutera. En mi vida lo había visto yo de cerca. Pero sí sabía quién era Ángel Ríos, el violinista, eso lo tenía bien claro. A quien no conocía, era al Ángel Ríos, emprendedor artístico hombre del mundo. Me levanté de mi escritorio y corrí hacia ellos alcanzándolos cuando subían a su automóvil. «Hola me llamo Óscar…», y con toda la humildad y carisma que le determina, Ángel y su colega Rodolfo aceptaron acompañarme a la Fundación Eléutera y hablar sobre aquel alocado proyecto.
Por Amor al Arte
Es costumbre cuando hablamos con alguien acerca de un negocio artístico o comercial que nos pregunten: ¿Y te pagan o lo haces por amor al arte? Refiriéndonos a si hemos sido remunerados por el trabajo hecho. ¡Cómo hemos degradado tan fina y respetable frase!
Cuando nos referimos a «Por Amor al Arte», se alude a efectuar una labor o una tarea cualquiera para pasar el tiempo, a modo de entretenimiento. Es un enunciado abusado hasta la saciedad, que se pronuncia casi de manera inconsciente, y la mayoría de las veces en un tono despectivo.
¡NO! No para Ángel y todos aquellos que buscan dejar un legado artístico para las sociedades venideras. No para aquellos que sabemos que el arte es por excelencia la mejor forma de comunicación. No para aquellos que sacrificamos ganancias materiales con el fin de traer pasión y emoción a las personas que disfrutan de nuestras pinturas, canciones, esculturas, libros y presentaciones.
Ángel Ríos es una de esas personas que desprendidamente cultivan nuestro arte y cultura. Dejando un legado para el país. Es por eso que artistas como Ángel en su caminar por el mundo dejan huella y ponen en alto el nombre de Honduras.
Entrevista: ¿Cómo nace Ángel Ríos, el violinista?
Muchas veces la gente me pregunta si yo busqué la música o si me encontré con ella. Yo respondo: «La música y el violín me buscaron a mí». Comencé a la edad de los 7 años, el maestro Acevedo me dijo: «Usted va a tocar el violín gallito» como me decía cariñosamente y desde entonces no me he podido separar de este instrumento.
Biografía
Nacido en la Ciudad de San Pedro Sula, inició sus estudios musicales a la edad de 7 años en la Escuela Primaria de Aplicación Musical, sus estudios secundarios en la Escuela de música Victoriano López y la Educación General en el Instituto José Trinidad Reyes y el Colegio Tridentino. Es egresado de la Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán”, en el grado de Licenciado en Arte con orientación en Música.
Nos ha representado en diferentes países como: Estados Unidos, España, Brasil, Francia y todo Centroamérica, entre otros. Ha grabado 3 discos compactos de su autoría con temas hondureños, internacionales e inéditos. Ha participado en más de 50 producciones musicales de diferentes artistas nacionales y extranjeros. Ha sido Concertino y solista con todas las orquestas del país y Orquestas en España y Estados Unidos, poniendo muy en alto el nombre de Honduras. Ha sido invitado en varias ocasiones al prestigioso Festival de Jazz en New Orleans. Este año estuvo en la ciudad de Miami comenzando la grabación de su próximo CD con temas originales y fue invitado al festival Grassroots y en la ciudad de Washington D.C. en el prestigioso Hall de las Américas de la OEA.
Hace un mes retornó de una gira por Francia donde cautivó al público con su fusión de violín y ritmos caribeños garífunas donde presentó su producción Numada.
¿Qué es Numada?
Numada es una producción propia la cual fue grabada en Triunfo de la Cruz. Mezcla los ritmos clásicos, los ritmos tradicionales garífunas, el baile y algunos elementos del Jazz Latino. Yo soy una fusión de todos estos ritmos. Yo me formé dentro de la música clásica académica como estudiante y catedrático.
A la edad de los 18 años conozco el Jazz y empiezo a encontrar otro universo, al cual no tenía acceso dentro de la música clásica que practicaba en ese entonces. La parte académica me da la técnica que necesito, pero el jazz y estos otros ritmos me dan la libertad y la creatividad para crear producciones como lo es Numada.
¿Se siente Ángel Ríos en el apogeo en su música?
Yo siempre me considero un inconforme inconstante conmigo mismo. Ya a los 30 años de ejecutar un instrumento, me siento cómodo para ejecutar en el escenario. Ahorita mi búsqueda va encaminada a la reunión de todos estos ritmos y así presentar una propuesta para Europa y el resto del mundo. En mi último viaje a Francia pude presentar un violín distinto al clásico, pude presentar una propuesta en la cual ya el clásico violín fue recibido como un violín tropical. Lo que viví ahí fue lindo, ellos recibieron un violín latino con aires del caribe con el tambor garífuna y esa fusión allá cayó bien. Muchos franceses me persuadieron a continuar ese camino.
¿La dan ganas de mudarse a otro país?
Mi ombligo lo tengo en Honduras, me siento enamorado de mi país. Aquí hay cosas muy lindas que amo. De alguna manera, uno como artista va sintiendo ese deseo, ese impulso de hacer la transición. Especialmente cuando a veces uno se siente más apreciado afuera. Muchos puristas creen que uno se va degradando al mezclar los ritmos garífunas con el instrumento. En cambio, en culturas más avanzadas a uno lo reciben con tanta alegría y apreciación por representar esos ritmos autóctonos con el violín. Hay tantos festivales, tantos lugares donde florecer; aunque mi interpretación sea sencilla, pues no considero que lo mío sea tan complejo, pero es original. Eso es lo que vale. «A nosotros lo que nos guste es que se escuche original, puro».
¿Se siente a veces con temor, al presentarse ante músicos grandes de Francia y Estados Unidos? Por lo general estos son músicos perfeccionistas, así como los alemanes, los rusos entre otros.
Cuando yo soy Ángel Ríos en la música, no siento temor. Me expreso libremente. A veces uno duda como artista, el artista siempre está lleno de inseguridades. Pero al contrario cuando estoy ahí y veo músicos grandes y como disfrutan de mi música y me felicitan, me llena de impulso para seguir expresándome y me indica que estoy en el camino correcto.
Sin duda Ángel Ríos es un digno representante de nuestra cultura. No solo ha logrado romper las barreras internacionales y nos ha representado en grandes escenarios del mundo, con su carisma Ángel da el ejemplo de que SÍ se puede, sí se puede salir adelante por amor al arte.
