MÉXICO. El Presidente Enrique Peña Nieto, rechazó el jueves haber plagiado textos en la elaboración de su tesis de licenciatura, en respuesta a una investigación periodística que lo acusó de apropiarse de escritos de otros autores, pero admitió que pudo haber cometido un «error metodológico».
Un reportaje de la periodista Carmen Aristegui publicado el 21 de agosto señaló que Peña Nieto habría plagiado varios textos, entre ellos académicos, para elaborar su tesis de Licenciado en Derecho en 1991.
En un encuentro con jóvenes transmitido en vivo por Facebook, en el que presentó su Cuarto Informe de Gobierno, Peña Nieto dijo que no tenía la intención de atribuirse frases que no eran de él.
“Nadie me puede decir que plagié mi tesis de grado, que pude (haber) mal citado o bien citado; es probable que sí es un error metodológico, pero no con el ánimo de querer hacer mías las ideas de alguien más», aseveró el mandatario que llega a su cuarto año de gobierno en medio de una crisis de desaprobación originada por acusaciones de corrupción.
En la charla con jóvenes también entró el tema de su cita con Donald Trump este jueves en la residencia de Los Pinos, duramente criticada por la aparente suavidad con que trató al candidato republicano.
«Frente a las posiciones que ha guardado el candidato Trump había dos posibilidades: el enfrentarlo, encararlo y quizá llenarle de insultos iguales a los que él ha tenido o procurar un espacio de diálogo que pueda frenar o al menos hacerle ver con toda claridad cuál es la realidad de México y qué relevante es en la relación que tiene con Estados Unidos», dijo el mandatario.»Eso fue justamente lo que ocurrió ayer. Abrimos un espacio en el que sin duda hay diferencias. Personalmente le dije al candidato Trump: ‘México de ninguna manera pagará el muro que usted está proponiendo construir del lado de la frontera con Estados Unidos», añadió.
«No hay forma de que México se preste. Está en su soberanía y es su decisión el no pagar un muro que usted está proponiendo construir. Se lo dije de cara a cara, de frente», acotó.
El presidente de México no habló sobre el departamento de su esposa Angélica Rivera en Miami, Florida; tampoco de los estudiantes de la escuela de Ayotzinapa, Guerrero, que siguen desaparecidos; menos de la reducciones en las estimaciones de crecimiento económico que han debilitado al peso frente al dólar estadunidense y que han provocado recortes presupuestales; o del incremento de homicidios y desaparecidos en todo el país.
Por ejemplo, el mandatario habló de los aumentos en los precios de la gasolina, y dijo que nunca se comprometió que no habría incremento; sin embargo, en enero de 2015, dijo: “A partir de este momento, ya no habrá gasolinazos (encarecimiento de los combustibles). Gracias a la reforma hacendaria ya no habrá incrementos a los precios de la gasolina, diésel y gas LP”.
Nadie le reclamó su aseveración, a pesar que estaba errando en su respuesta. También presumió que México cuenta con más mecanismos de transparencia, pero no detalló que la plataforma que debió iniciar hace unos meses, sigue sin funcionar.
Peña Nieto abundó en supuestos avances, como el Sistema Nacional Anticorrupción, el cual fue aprobado hace unas semanas, pero ni siquiera cuenta con las instituciones, titulares o los reglamentos que guiarán las leyes para su implementación.
Enrique Peña Nieto llega a su cuarto año de gobierno, el cual que asumió en 2012 luego de que su partido, el Revolucionario Institucional (PRI) recuperara la hegemonía de 70 años con una pausa de 12 en los que gobernó el conservador Partido Acción Nacional (PAN).
En su conversación con los jóvenes no había «pregunta prohibida, o tema vetado”, según Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia, pero ningún participante le hizo un cuestionamiento incómodo a Peña Nieto.
