SAN PEDRO SULA.- El progreseño Jorge Díaz, ingeniero y miembro de la Cámara de Comercio e Industrias de esa ciudad, llegó al punto de ponerse bajo las llantas de la grúa para impedir que no le llevasen el carro.
«Hice eso como un acto de protesta porque era injusto que me enchacharan mi carro porque solo me había bajado tres minutos a una tienda», explicó el ingeniero. Al regresar, se llevó la sorpresa de que ya estaban preparando su carro para subirlo a una grúa.
El ingeniero declaró a Tiempo Digital que inmediatamente se montó a su carro para impedir que lo subieran- pero ya lo habían encadenado y se volvió imposible. Al ver que ya lo habían subido, decidió sentarse bajo las llantas de la grúa para impedir que se moviera.
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Al ver tan temerario acto, varios ciudadanos que andaban en el centro de El Progreso empezaron a reunirse alrededor de la grúa para apoyar al ingeniero.
«La gente nos apoyó, bastante gente se acercó a nosotros», relató Díaz a Tiempo Digital. «Estuvimos como una hora ahí, la gente se acumuló y por la presión de toda la gente llegó la policía nacional y más policías de la Corporación Municipal», agregó.
Según el atrevido Progreseño, «la presión de la gente hizo que bajaran mi vehículo de la grúa».
Según Jorge Díaz, en la ciudad de El Progreso no permiten que los ciudadanos aparquen sus carros en ningún lado de la calle en todo el casco comercial. «Esto afecta enormemente el comercio en la ciudad», declaró.
