Neymar no podrá jugar el Clásico del próximo 23 de abril. Y todo por los aplausos que lanzó al cuarto árbitro, acompañados de algún que otro descalificativo. Aunque esto último no figura en el acta redactada por Gil Manzano.
El brasileño será castigado por un partido por la expulsión y dos por la desconsideración en forma de aplausos hacia un miembro del equipo arbitral. En una acción que no fue juzgada por el árbitro sobre el terreno de juego, aunque sí después.
Lo normal es que el Comité de Competición castigue en la mañana del martes a Neymar con tres partidos (1+2) al ser dos sanciones diferentes. Por dos acciones que nada tienen que ver, aunque una sea consecuencia de la otra.
El Barcelona presentará primero alegaciones y después recurso a Apelacion y que se reunirá en la mañana del miércoles.
Los precedentes no invitan a pensar en una rebaja de la sanción. Ni en el caso de Ancelotti, ni en el Feghouli, ni en el de Cristiano Ronaldo hubo perdón alguno. Y todos cumplieron la sanción inicialmente puesta. Y que no fue juzgada por el árbitro y si por el Comité de Competición tras la redacción del acta.
Tratamiento justo
El Barcelona piensa llegar hasta el final y acudir todos los resortes legales ante lo que considera un tratamiento injusto por una reacción espontánea del jugador.
Lo más que podría conseguir sería la rebaja en uno de los partidos. Pero hasta este extremo es complicado por la claridad de la acción y de la desconsideración del brasileño.
