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miércoles, abril 24, 2024

«Dígale a Mabel que la amo»: palabras del esposo para su amada en La Ceiba

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ATLÁNTIDA. Con lágrimas y el dolor reflejado en su rostro, el esposo de la joven que falleció por supuesta negligencia médica en La Ceiba, reveló todo lo que vivió en el Hospital Regional Atlántida.

Nelson Alcides, esposo de Fany Mabel Torres de 23 años de edad, contó que su amada salió bien de la cesárea que se le practicó. Incluso, en horas de la mañana del siguiente día, a eso de las 5 de la mañana, estuvieron hablando.

En ese momento ella le pidió que le llevara comida porque tenía hambre. Sin embargo, a eso de las 7 de la mañana fueron retirados de la sala. Según las enfermeras, las visitas debían esperar afuera.

La hermana de Torres le pidió a Nelson que les llevara leche para el niño, porque toda la noche pasó inquieto. En el hospital, ni siquiera le dieron suero, contó con decepción.

Al irse, Nelson Alcides dijo a la hermana de su esposa: «Dígale a Mabel que la amo». Asimismo, le pidió que cualquier cosa le llamara para estar pendiente.

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A eso de las 10 de la mañana, él recibe una llamada de su cuñada y le explica que le van a desconectar el suero a Fany Mabel, para que pueda alimentar al bebé. Le inyectaron un medicamento desconocido y ella convulsionó.

Tras darse vuelta en la camilla, empezó a sudar, la presión se le bajó y no podía respirar correctamente. Pero el personal del hospital no hizo nada para ayudarla, expresó el esposo.

Nelson confiesa que lo único que desea es que los médicos le den una respuesta. No quiere quedarse con la incertidumbre del porqué murió su amada. Según él, pusieron de excusa que tenía coágulos y una hemorragia interna.

Fany Mabel Torres antes de su embarazo.
Fany Mabel Torres antes de su embarazo.

Trató de salvar a su esposa

Por es razón, volvieron a operarla y luego dijeron que era inflamación en el hígado. Por último, terminó siendo un paro cardíaco, pero ella no padecía del corazón.

«Cuando yo la vi, ella estaba sufriendo. Ella quería hablarme pero no pudo porque se estaba quedando sin oxígeno», agregó Nelson. Aunque trató de ayudar a su esposa, le fue imposible y a través de miradas, supo de lo crítica que era la situación.

Al momento de que su esposa está sufriendo, varias enfermeras estaban a su alrededor pero ningún médico especialista. Hasta que él intervino y les pidió que la trasladaran a una sala privada, accionaron.

En medio de los pasillos del hospital, Nelson corría con la camilla donde iba su esposa ahogándose por la falta de oxígeno.

Lo sacaron de la habitación por la gravedad de la situación y le dijeron que le estarían informando, pero no pasó. La única noticia que recibió fue que su amada había perdido la vida por el repentino «extraño» episodio que sufrió.

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