REDACCIÓN. La dentadura es sin duda una de las cosas más importantes, por decirlo, nuestra carta de presentación, en ocasiones no tenerla de manera correcta no solo nos afecta emocionalmente, sino también a nuestra salud.
Lo anterior, presentándose no solo en tener dientes amarillos, o tenerlos en una mala posición, es probable que no sepamos que también podríamos tener la tan sonada mordida abierta.
Si. Es seguro que cuando escuchaste el nombre lo relacionaste fácilmente y es que si, la mordida abierta es una alteración facial que se define por la imposibilidad de cerrar los dientes frontales o posteriores. Esto es, porque no existe el contacto entre los dientes anteriores o posteriores de la arcada superior con los anteriores o posteriores de la inferior.
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Entre las posibles causas se encuentran cuatro principales que los expertos han relacionado:
- Hábito continuo de chuparse el dedo o morder objetos
- Empujar los dientes con la lengua
- Problemas de articulación temporomandibular
- Problemas esqueléticos
Ahora bien, es interesante el hecho de saber que no solamente hablamos de algo estético. Si bien es cierto, es muy importante para nuestra autoestima, tener la mordida abierta podría generarnos problemas en la salud.
Es decir que, además de afectar a la estética bucodental, este tipo de maloclusión puede provocar complicaciones de salud. Sus principales consecuencias son la dificultad para masticar, ya que la masticación no se realiza bien. También puede provocar alteraciones del habla, desarrollando ceceo.
Por otro lado, puede provocar dificultades para respirar. Como los maxilares no se han desarrollado correctamente, las personas tienen dificultades para obtener el oxígeno que se necesita con solo respirar a través de la nariz. Para compensarlo, respiran por la boca, lo que puede agravar la maloclusión.
En los casos más extremos se desarrollan trastornos de la articulación temporomandibular. Estos se manifiestan a través de dolor de cabeza, cuello, cara o chasquidos de la mandíbula, entre otros. Como consecuencia se genera un estrés físico en los músculos y articulaciones que conectan la mandíbula con el interior de la cabeza.
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