El próximo lunes 21 de agosto, la naturaleza presentará un espectáculo inigualable, conocido como “Gran Eclipse Total de Sol Americano”.
Aunque cientos de personas se muestran felices por el extraño fenómeno, muy pocos conocen las consecuencias. Para el caso, un joven de 16 años quedó parcialmente ciego, después de «apreciar» un eclipse en 1963.
Louis Tomososki que ahora tiene 71 años de edad, cuenta qué fue lo que ocurrió esa noche cuando ya han pasado 54 años desde el incidente. Se dejó llevar por los encantos de la naturaleza y la pagó caro.
Era apenas un estudiante de colegio que vivía en Portland, Oregon. Ese día, decidió sentarse en la cancha de béisbol del Marshall High School para disfrutar del espectáculo.
Él asegura que nadie le advirtió de los peligros de ver, directamente, el eclipse, sin proteger sus ojos. Cerrando su ojo izquierdo, miró durante 20 segundos con su ojo derecho.
Louis agradece que no haya visto por cuarenta segundos pues el daño sería mayor. Asegura que no recuerda cuándo se percató del problema pero esos segundos quemaron un agujero en su retina.
Cuide se vista durante el eclipse solar
Desde ese día, ha tenido un punto ciego de un tamaño considerable. Su manera de describirlo es, poder ver el rostro de una persona pero no su nariz.
Tras 54 años del incidente, este problema en su retina no ha mejorado ni ha empeorado. Además, cada vez que se presenta a hacerse exámenes de vista, los doctores le preguntan: ¿Miraste algún eclipse solar en tu vida?
Según oftalmólogos profesionales, este daño puede ocurrir un día cualquiera si una persona mira directamente al sol. Aunque durante un eclipse, la visibilidad de la luz es reducida por la luna, los rayos UV todavía pueden lastimar la retina.
Con el eclipse solar próximo, Louis, cuenta su historia para advertir a los demás que un solo vistazo sin protección, podría afectarte de por vida.
«Un vistazo rápido como lo hice en 1963, y tengo 71, casi 71 ahora, esa mirada rápida me costó», dijo. «Y podría haber costado mucho más.»
