ESTADOS UNIDOS – La selección de México jugó un partido para el olvido en la Copa América Centenario, a pesar de haber hecho un buen papel en fase de grupos. El resultado dejó en evidencia la desorganización azteca, dentro y fuera de la cancha tras caer 7-0 ante Chile.
Con 37 años, y mucha experiencia al hombro, Rafael Márquez vivió una de sus últimas participaciones con la remera de su selección desde el banco.
Aun así el capitán quiso participar y fue al minuto 27, cuando México caía por sólo un gol, cuando decidió intervenir. Se levantó de su butaca y encaró directamente a Osorio para advertirle sobre un planteo relacionado con lo táctico.
«Me equivoqué en todo», aseguró el seleccionador mexicano después de la goleada que le propinó Eduardo Vargas y compañía. No se sabe si le habrá hecho caso a Rafa Márquez o siguió con su idea.
«Fue una decisión técnica y yo intentando respetar y poner mi granito de arena dentro y fuera de la cancha, me siento igual de responsable por la derrota del equipo, como si hubiera jugado», expresó el ex jugador del Barcelona, que no participó del encuentro por haber viajado el miércoles pasado hacia Guadalajara por el nacimiento de su hijo, y se cree que Juan Carlos Osorio no quiso incluirlo por el cansancio que pudo provocarle ese trajín de ir, ver a su hijo, volver y jugar.
