Los 3 malos hábitos que impiden el ascenso laboral

La diferencia entre la trayectoria laboral y la carrera con la que se sueña podría deberse a uno o dos malos hábitos, según el sociólogo Joseph Grenny.

0
727
ascenso laboral
Ascenso laboral

El 97% de los empleados creen que tienen al menos un hábito que limita su potencial de crecimiento laboral, según una encuesta de VitalSmarts.

Esta imperfección impide alcanzar la cima del éxito y disfrutar del trabajo.

Desafortunadamente, pese a que la mayoría ignora ese hábito perjudicial, son pocos los que pueden superarlo, explica la revista ‘Harvard Business Review’.

Si todos los esfuerzos empleados en mejorar terminan en nada, es muy probable que el remedio elegido no corresponda a la ‘enfermedad’ o que el diagnóstico esté equivocado.

El sociólogo y escritor Joseph Grenny explica cuáles son las razones que ponen freno al crecimiento laboral y cómo se pueden superar.

Falta de fiabilidad

La mayoría de los jefes sueñan con contar con varios empleados absolutamente fiables en su equipo. Son las personas de las que se puede estar seguro de que van a realizar una tarea al 100% tras recibirla.

Sin embargo, no todos corresponden a una expectativa tan alta y los jefes tienen que estar supervisando lo que encargan a sus subordinados, aunque los empleados juren que van a hacerlo todo de la mejor manera y dentro del plazo determinado.

Razones: por lo general la falta de fiabilidad puede originarse en la ineficaz organización laboral, en cuyo caso la solución sería mejorar el sistema de gestión del personal.
Al mismo tiempo en muchas ocasiones el problema es de índole comunicativo. La gente es incapaz de cumplir con sus promesas porque habitualmente no puede determinar los límites de su capacidad. Temen dar una respuesta negativa y prefieren desilusionar a sus jefes más tarde a provocar su descontento inmediato. Además incumplen sus compromisos, decepcionando a los demás y a sí mismos. Odian esa situación, pero no pueden hacer nada para superarla.

Remedio: es muy importante aprender a decir ‘No’, aunque no sea sencillo. A continuación, tres consejos que le pueden ayudar.

1. Rompa el contacto visual cuando le presionen para que asuma una nueva ronda de responsabilidades. Desacelere este proceso. Tómese una pausa.

2. Si usted siente una incomodidad psicológica a la hora de concentrase y sopesar las obligaciones que va a asumir, acuda a una respuesta preparada de antemano para ganar más tiempo para deliberar. Por ejemplo, usted puede decir: «De verdad quiero ayudarle, pero primero debo evaluar el volumen de trabajo que me han encargado ya. Volvamos a retomar el tema esta tarde. ¿De acuerdo?».

3. Piense dos veces antes de responder. Revise las tareas que ha aceptado ya. La mejor manera de decir ‘No’ es recordar las tareas que ya tiene. Piense en ello desde el siguiente punto de vista: rechazando una promesa, no decepciona a ciertas personas, al contrario, obtiene la oportunidad de cumplir con sus compromisos anteriores.

Postergación

Es unas de las tentaciones más provocadoras de hoy. Las tecnologías modernas permiten rápidamente distraernos con cosas insignificantes, tales como leer notas, correos electrónicos, mensajes y otras que solo ayudan a fingir actividad.

Razones: el hábito de aplazar tareas importantes casi siempre se debe al miedo a fracasar o sufrir una decepción. No nos apresuramos a realizar tareas que pueden causar emociones atormentadoras en nosotros.

Remedio: invierta en motivación, desarrolle y estúdiela. Busque una manera de estructurar las tareas para aumentar y prolongar su motivación.

Por ejemplo, divida su tarea en varios componentes. Tome un pequeño descanso tras completar cada una de las partes de esa gran labor.

Su tarea puede cambiar de manera positiva si atrae a sus compañeros de trabajo. Por ejemplo, si hay que preparar una presentación, ensáyala ante un compañero. Su curiosidad y buena disposición pueden contagiar e incentivarle.

Egoísmo

Si se desprecia a los demás, esto puede afectar a la evaluación de la fiabilidad por parte del resto del equipo.

Razones: tal vez, no sea atento con los demás, no porque sea una mala persona, sino por no hacer caso a los objetivos y opiniones de otras personas.

Remedio: preste atención a su lenguaje corporal en situaciones tensas. Con frecuencia la gente centrada en sus propios pensamientos y planes se aísla de los demás no solamente emocionalmente, sino también físicamente. Por ejemplo dando la espalda y dejando de escuchar.

Mantenga el contacto visual. Uno de los métodos más eficaces para sentir empatía con una persona es mirarla a los ojos. Estudie su cara atentamente, avistando cada emoción que exprese. Aprenda a leer las emociones.

Exprese su curiosidad. No se apresure a dar la razón a la ligera. Mejor haga preguntas que expresen su sincera curiosidad y ayuden a entender por qué los demás se decantan por una u otra opción. Recuerde que su tarea es entenderles, sin necesidad de ponerse de acuerdo con ellos. Sin embargo, al ver un problema desde su punto de vista, usted podría hallar inesperadamente un punto de encuentro.

Fuente: RT