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jueves, abril 25, 2024

Madre inmigrante prefiere cárcel en EUA que tumba en Honduras

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ESTADOS UNIDOS. María no se llama María, pidió no revelar su nombre porque tiene miedo que la secuestren. Salió hace tres semanas de Tegucigalpa rumbo a México y después seguir viaje a Texas, donde pedirá asilo.

“Si regreso tengo miedo que me maten. Y también tengo miedo de llegar a Estados Unidos y me metan presa”, dice con la voz temblorosa al otro lado del teléfono.

La inmigrante es una de las poco más de 70 que el domingo descansaban en el albergue ‘La 72’, una casa de acogida ubicada en Tenosique, Tabasco. El nombre es en honor a la memoria de los 72 inmigrantes asesinados por narcotraficantes del cártel de Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas, entre el 22 y el 23 de agosto de 2010. Todos ellos, 58 hombres y 14 mujeres, fueron ejecutados.

“Aquí nos dieron lugar para descansar”, cuenta María. “En el último tramo en Guatemala caminamos 56 kilómetros en un día a entero y una noche hasta que llegamos a la frontera con México. Cuando atravesamos nos dirigimos al centro donde ahora estamos esperando seguir el viaje al norte”.

La caminata la iniciaron en las afueras del municipio de Santa Elena, Petén, en el corazón de la selva guatemalteca que la divide con el sur de México. “Por el camino uno encuentra gente que le da agua a los inmigrantes. Llegamos bien. Pero cuando teníamos que cruzar a México lo hicimos a escondidas, por el monte, para que no nos vieran. De ahí nos dirigimos al centro”.

A mediados de 2014 el gobierno de Barack Obama reconoció una crisis en las frontera con México después que la Patrulla Fronteriza había detenido a más de 46,000 niños solos indocumentados cuando trataban de entrar al país. La mayoría huía de la violencia en Guatemala, El Salvador, Honduras y México.

Una de las respuestas de Washington fue habilitar centros de detención familiares para enviar a un pequeño porcentaje de los indocumentados arrestados mientras procesaba los pedidos de asilo. Los otros (más del 95%) fueron liberados con una orden para presentarse a las cortes.

En ‘La 72’ se enteraron de la huelga de hambre que desde el pasado 8 de agosto llevan a cabo 22 madres centroamericanas en el centro familiar de detención de ICE en el condado Berks, Pennsylvania. Le piden al gobierno de Obama que las libere mientras las cortes de inmigración resuelven sus casos de asilo. Algunas llevan casi un año detenidas.

Las madres inmigrantes centroamericanas descansan un par de días y luego continúan viaje hacia Texas.
Las madres inmigrantes centroamericanas descansan un par de días y luego continúan viaje hacia Texas.

“Filmamos un video para darles apoyo”, dijo María. “Son madres como nosotras que también huyeron para que no las maten. Yo apoyo su causa porque me parece un poco injusto que los encierren con niños. Los hijos deben tener una vida normal, de niño, y ellos (las autoridades) deben considerar que no tienen cómo regresar, porque si lo hacen los matan”.

En el video el grupo lee mensajes a las huelguistas de hambre en el centro de detención de Pennsylvania. “Madres Berks, estoy apoyándolas en su causa. Todas las mujeres inmigrantes las apoyamos. Sigan adelante, las mujeres somos fuertes, nada nos detiene. Dios está con ustedes y con sus hijos. Abrazos. Sigan en su lucha para salir triunfantes… El Salvador está con ustedes”, dice una de ellas.

Otra mujer declara: “Madres Berks, estoy con ustedes porque yo también soy madre y las apoyo desde aquí. Que dios las bendiga”. Una tercera también lee: “Estoy con ustedes mujeres centroamericanas inmigrantes y apoyo sus derechos humanos para ustedes y sus niños, madres Berks”.

Según datos de la Patrulla Fronteriza, en el 2014, cuando se habilitó el centro Berks, fueron detenidos 68,541 niños no acompañados y un número similar de unidades familiares.

“Soy de Honduras, madres Berks, estoy con ustedes. No se rindan que Dios las ayudará. Que Dios las bendiga”, dice otra de las inmigrantes del grupo. “Madres Berks, desde Tenosique, Tabasco, las de ‘La 72’ estamos con ustedes. No se rindan, sigan adelante”, repiten todas al final del video de poco más de un minuto.

La casa de acogida 'La 72' se ubica en Tenosique, Tabasco. El nombre es en honor a la memoria de los 72 inmigrantes asesinados por Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas, en 2010.
La casa de acogida ‘La 72’ se ubica en Tenosique, Tabasco. El nombre es en honor a la memoria de los 72 inmigrantes asesinados por Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas, en 2010.

La oleada de inmigrantes centroamericanos no se ha detenido en el centro de acogida, dice a Univision Noticias Ian Philabaum, un voluntario del Proyecto CARA, que junto con la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) brinda ayuda a los inmigrantes que huyen de sus países y buscan asilo en Estados Unidos.

“Nos solidarizamos con las madres de Berks y también con todas aquellas que están huyendo de sus países y buscan asilo en Estados Unidos”, dijo el activista. “Hicimos el video para enviarles un mensaje de solidaridad a las madres en huelga de hambre”.

Philabaum explicó que la ayuda que brinda el centro de acogida de Tenosique consiste en darles consejo legal, información, medicamentos y sobre todo un lugar seguro para dormir. “Hay lugar separado para hombres y para mujeres, y también para menores no acompañados y homosexuales”.

Las cifras

La semana pasada la Patrulla Fronteriza dijo que las detenciones de familias inmigrantes en la frontera con México aumentaron un 99% en los primeros diez meses del año fiscal 2016, y que durante el mes de julio fueron detenidas 7,574 unidades familiares, un 14% más que los 6,627 detenidos en junio. Mientras, el número de menores no acompañados arrestados en julio fue de 5,068, un 6% más que los registrados en junio cuando fueron detenidos 4,771.

En cuanto al total de niños o acompañados detenidos en los 10 primeros meses del año fiscal 2016 hubo un incremento del 56%.

La mayoría de los detenidos, por encima del 75%, son de origen centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador), quienes huyen de la violencia y la pobreza, y buscan asilo en Estados Unidos.

La huelga en Berks

El 8 de agosto 22 madres inmigrantes centroamericanas iniciaron una huelga de hambre en el centro Berks pidiendo ser libertadas mientras un juez de inmigración decide sus futuros en el país.

Las detenidas, cuyos nombres mantienen en reserva por temor a represalias, distribuyeron una carta pública que enviaron al Secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson para explicar las razones de la huelga y sus exigencias. “Nuestros casos están abiertos, por eso no nos identificamos”, dijo por teléfono a Univision Noticias una de las huelguistas. “Nos amenazan y tememos represalias”, agregó.

La oficina de la abogada Bridget Cambria, que representa al grupo, dijo que los temores son ciertos. “Pueden alterar el resultado de los casos de asilo de nuestras clientas”.

Otra de las huelguistas aseguró que lleva detenida casi un año en el centro familiar de Berks. “365 días aquí. Mi hijo cumplió años también aquí. Nos amenazan diciendo que nos los van a quitar, que nos enviarán a una cárcel de adultos si no deponemos la huelga. No lo haremos. Pedimos que nos liberen mientras resuelven nuestros casos de asilo. ¿Por qué otras madres están libres y nosotras no?”, preguntó. “Nadie nos da una respuesta”.

Carta a Johnson

La carta firmada por las 22 mujeres, fechada el 10 de agosto, explica al Secretario Johnson las razones del movimiento.

“Tenemos desde 270 días hasta 365 días de detención con niños de edades desde los 2 años hasta 16 años privándolos de tener una vida normal, sabiendo que tenemos traumas anteriores en nuestros países, arriesgando nuestra vida propia y la de nuestros hijos por toda la trayectoria del camino hasta llegar aquí, teniendo familiares y amigos que se hacen responsables de nosotros y que nos esperan con los brazos abiertos, y que inmigración se niega a dejarnos salir”, escribieron.

Las mujeres señalan que la huelga seguirá “hasta obtener nuestra libertad”, y sostienen que “nosotras dejamos nuestros países de origen huyendo de la violencia, amenazas y corrupción que ni siquiera el propio gobierno de cada país de Centroamérica puede controlar”.

También denuncian que “en muchas ocasiones nuestros hijos han pensado suicidarse debido al encierro y desesperación que provoca el estar aquí”.

La huelga sigue

El domingo Univision Noticias contactó nuevamente a las huelguistas para conocer el estado en el que se encuentra la protesta. “Quedan 19 de las 22. La huelga va siguiendo su curso, siempre estamos en pie de lucha”, dijo una de las 22 mujeres centroamericanas. “No nos estamos alimentando, solamente hidratándonos”.

Explicó que una de las huelguistas se enfermó y otra se marchó “porque la semana pasada le prometieron salir y ya esta afuera gracias a Dios. Y la tercera dejó la huelga con promesa de ser liberada”.

Agregó que “estamos recibiendo las muestras de apoyo” y citó la protesta que se llevó a cabo el domingo de la semana pasada en las afueras del centro de detención. “Nuestros hijos están alimentándose e hidratándose perfectamente. Pero están desesperados porque quieren salir. Nos preguntan que cuándo nos iremos de
este lugar”, agrega.

Al pedirles que cuenten el estado en el que se encuentran, la mujer dijo “nosotras estamos debilitándonos con cada día que pasa, dolores de cabeza, náuseas, mareos, fatiga y dolor de estomago son algunos síntomas que se nos están presentando”.

Respuesta oficial

ICE ha dicho a Univision Noticias, a través de un correo electrónico, que «se toma muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de las personas bajo nuestra atención» y que estaba siguiendo de cerca lo que estaba ocurriendo en el centro familiar de inmigrantes del condado de Berks.

«El Centro Residencial Condado de Berks está dotado con servicios atención de salud mental y física con los que son tratados los residentes, y que son monitoreados», agregó.

La agencia también dijo que utiliza proveedores de salud mental privados externos según sea necesario, y aseguró que los residentes en Berks «tienen acceso a comidas que se sirven tres veces al día en la cafetería, acceso a bocadillos y otros alimentos».

La dependencia federal también dijo que monitorea de cerca a los huelgistas, agregó que no responderá sobre casos específicos, que respeta los derechos de todas las personas y que no habrá represalias.

María insistió en que, a pesar de las noticias de los arrestos en la frontera “debo seguir viajando al norte. La verdad sí nos da miedo ir, pero también tenemos miedo volver a Honduras a que me maten. Es complicado, pero prefiero una cárcel en Estados Unidos que la muerte en mi país”.

La inmigrante dijo que el viaje desde Tegucigalpa hasta la frontera entre México y Texas le costará unos 6,000 dólares que le envió su familia que vive en Estados Unidos desde hace un tiempo.

Fuente: Univisión Noticias

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