Latinoamérica tendrá su primer alcalde nocturno

La ciudad de Cali, en Colombia, será la pionera en la gestión nocturna de las urbes, algo que podría ser clave para mejorar la calidad de vida de la región.

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El gerente nocturno de Cali buscará mejorar la relación entre la comunidad y los locales de entretención.

COLOMBIA. Por mucho tiempo, la noche no era mirada con buenos ojos por las autoridades y las leyes de Cali.

“Nuestra ciudad sufrió por cerca de veinte años lo que aquí en Colombia llamamos ley zanahoria, que es una política de restricción en los horarios nocturnos, sobre todo en los negocios donde venden licor”, explica Alejandro Vásquez Zawadsky, el primer alcalde nocturno de América Latina.

De acuerdo a Vásquez, este miedo a la vida nocturna sólo generó peores consecuencias. “Después de cierto tiempo, las medidas prohibitivas traen malas consecuencias, como la ilegalidad o el asentimiento de establecimientos de diversión nocturna hacia las afueras de la ciudad, y eventualmente también la corrupción”, dice Vásquez, cuyo título formal será gerente nocturno de Cali.

Esta situación es común en la región. Por un lado, la noche es asociada con discotecas, espectáculos y muchísima gente (muchos de ellos jóvenes) saliendo por las calles, pero también, en algunos casos, con la falta de seguridad, la delincuencia, y establecimientos vacíos y abandonados.

En Latinoamérica, son estas últimas características las que han dominado en la percepción de la ciudadanía, dice Andreina Seijas, investigadora del Banco Interamericano de Desarrollo. Y, por esa razón, la gestión de la vida nocturna se ha limitado bastante.

“Existe una visión particularmente negativa de la noche”, dice Seijas. “Se asocia con la inseguridad, con el crimen, con el ruido estorbante. Y los alcaldes de muchas ciudades han sido reacios a dedicarse a cosas de la noche porque está tan mal asociada en las mentes de los ciudadanos”.

Pero, poco a poco, las ciudades de Latinoamérica están cambiando de estrategia. Crear “Ciudades 24 horas” se ha convertido en una meta para gobiernos municipales por todo el continente. Esto permite atraer turismo y crear empleos asociados con la reemergencia de una vida nocturna, además de minimizar posibles problemas.

Específicamente en Cali este proceso ha empezado en serio con el nombramiento de su gerente nocturno. Este concepto tiene su génesis en los llamados alcaldes de la noche que se pueden encontrar en algunas ciudades de Europa, los que buscan mejorar su vida nocturna y su economía general. Aunque en algunas partes estos alcaldes nocturnos han sido elegidos por la gente o por los empresarios del rubro, en este caso se trata de un puesto designado por el alcalde la ciudad.

Esta nueva apuesta, la cual se enfocará totalmente en gestionar la noche, significa un fuerte cambio en la manera de pensar en este tema en Cali. El foco del trabajo de Vásquez estará en superar las tensiones entre ciudadanos que quieren silencio por la noche, y los jóvenes, turistas y familias que quieren más opciones para divertirse. “Queremos que [los sectores nocturnos] sean ordenados, y que no impacten en temas de ruido o en temas de convivencia”, dice Vásquez. “Necesitamos zonas muy productivas y turísticas, y esas son zonas de rumba responsable”.

Esperan que crear áreas de diversión cultural, musical y deportivo, junto con zonas de baile, algo adecuado a la llamada la “capital de la salsa”. La idea es generar empleos, ampliar la seguridad de la noche, atraer turistas, y mejorar el autoestima de los caleños en su propia ciudad, dice Vásquez.

Hasta hoy, la ciudad ha ampliado los horarios de discotecas y otros establecimientos nocturnos, y también han identificado las cinco zonas más problemáticas de la ciudad por la noche para poder aumentar la presencia institucional ahí, incluyendo policías y organismos de impacto a la comunidad. Además, están apunto de lanzar un programa ciudadano para fomentar actividades culturales por la noche. Y también están tratando reunir a los dueños de establecimientos con los ciudadanos que viven cerca, para que puedan lograr compromisos entre ellos acerca del ruido y el parqueo, los cuales siempre son problemas en Cali.

“También queremos que sepan que la ciudad necesita que ambas partes se entiendan”, dice Vásquez. “El ganador de todo esto van a ser tanto los residentes y los dueños de locales, así como la ciudad entera”.

Cali no es la única ciudad que ha revertido su forma de pensar y administrar la vida nocturna. Asunción, en Paraguay, también sufrió por once años bajo su versión de la ley zanahoria, el llamado el “edicto Riera”. Se trataba de políticas estrictas, aún más fuertes que las leyes de Colombia, explica Seijas: a las dos de la mañana, las luces de los establecimientos se apagaban, y la gente tenía 15 minutos para dispersarse antes de que llegara la policía. La ley fue un desastre para el centro histórico de la ciudad, que después de unos años se encontró deteriorado de infraestructura y casi sin residentes.

En 2014 se canceló esta ley y un grupo de emprendedores con negocios en el Centro Histórico se juntaron para tratar de salvar este parte de la ciudad. Crearon la Asociación por la Movida de Centro Histórico de Asunción, o AMCHA, y han logrado revitalizar el centro de manera inesperada con una combinación de eventos culturales y recreativos, como un masivo Oktoberfest y una noche de museos en el centro.

La última semana, AMCHA se reunió con el gerente nocturno de Cali en el “Foro Cali 24 Horas”, un evento para compartir ideas sobre cómo gestionar la noche con esta nueva estrategia que renuncia la restricción de la ley zanahoria. También participaron la compañía Sound Diplomacy, que promueve la música como un herramiento para el desarrollo urbano; Chepecletas, una organización de costaricense que organiza viajes ciclísticos nocturnos; y Mirik Milan, el actual alcalde nocturno de Amsterdam.

De acuerdo a los expertos, este podría ser el comienzo de un positivo cambio para la región. “Es tiempo de que la gente empiece a pensar en la noche como una opción, porque estamos desaprovechando gran parte del día”, dice Seijas. “La mejor manera de darle cabida a esta gestión es que alguien se encargue de promover esta idea de la noche, y que entienda todo lo que pasa en la vida nocturna de la ciudad”.

Fuente: Univisión Noticias