Las maras de El Salvador, en “guerra contra el sistema”

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Violencia en El Salvador
maras arremeten con la seguridad de El Salvador

EL SALVADOR. Violencia en El Salvador aumenta cada día, por lo cual la sangre corre gota a gota.

Las recientes amenazas de atentar contra agentes oficiales no se han hecho esperar.

Por lo cual, desde el domingo hasta este día se contabilizaban en este país, cuatro agentes de la policía y un soldado.

De igual forma, un director del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM) asesinados, algunos de ellos con barbarie: decapitados o asfixiados.

En su mayoría los agentes y oficiales victimizados durante este año ya suman  61.

Estos fueron secuestrados y posteriormente asesinados mientras estaban de licencia y de visita en sus domicilios.

El pasado 28 de octubre se filtró un documento que estaba firmado y sellado por un jefe de la Delegación policial del departamento o provincia central de Cabañas.

En el mes de octubre los líderes de las pandillas MS13, la 18-Sureña y la 18-Revolucionaria, amenazaron con incrementar la violencia.

De esa forma, ordenando a partir de ese mes [octubre] se incrementarían los atentados contra el personal del sistema de justicia de El Salvador.

En el informe, que fuentes oficiales reconocieron como auténtico, las maras han llamado a accionar.

Lo anterior se ha denominado, “Una guerra escalonada contra el sistema”.

Violencia en El Salvador persigue al sistema

En esta, los blancos y objetivos serían policías, soldados, fiscales, jueces y custodios de Centros Penales.

También se advierte de que el objetivo “es que al final del año la cifra de homicidios sea grande”.

Desde abril pasado, el presidente Salvador Sánchez ordenó más presión contra el pandillerismo.

El Salvador se ha considerado entre los países más violentos y peligrosos del mundo.

El Gobierno tomó control de las cárceles y aisló a los líderes para evitar que dieran órdenes a sus secuaces del exterior para asesinar.

En esta guerra escalonada, de enero a octubre se incautaron 3.063 armas de fuego; se capturaron a 2.267 presuntos homicidas; los robos disminuyeron en un 8,3% y los homicidios un 18%. Pero la paz no parece cerca.