TEGUCIGALPA. Iroshka Elvir, esposa del ex candidato presidencial por la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, ha “desaparecido” de las marchas, protestas y manifestaciones en las calles, pero asegura que sigue enamorada de la “lucha” y seguirá apoyando a las personas que creen en el triunfo de su esposo.
Es de recordar que Iroshka Elvir se retiró de las protestas de la Alianza después de haber dado a luz a su hija, el pasado mes de diciembre del 2017.
A pesar de haber pasado un estado de embarazo, a la esposa de Nasralla siempre se le vio en las diferentes manifestaciones de la Alianza alrededor del país.
En ese sentido, Elvir compartió este martes cómo fue su experiencia durante la campaña política de su esposo, en donde estaba en estado de embarazo; pero, a pesar de eso estuvo presente en casi todos los departamentos del país junto a Nasralla.
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Asimismo, Iroshka Elvir asegura que junto a su esposo Salvador, llegarán a la presidencia de la república. Y lograrán cambiar la vida de muchos hondureños cuando eso suceda.
A continuación el mensaje de Iroshka Elvir en sus redes sociales:
«El 14 de Diciembre mi vida cambio; ese día nació la niña que ahora es mi principal motivo para vivir y marcar una diferencia en mi país.
Ella ha traído esperanza no solo a nuestro hogar, también a la mayoría de nuestros compatriotas. Puesto que ella representa una nueva generación de hondureños para quienes queremos dejar un país mejor.
Mi embarazo lo viví junto al pueblo hondureño. Muchos de ustedes disfrutaron tanto como nosotros dos con Salvador este embarazo.
Estuve firme en la campaña, fui a la mayoría de las giras a Departamentos, menos en dos; y di hasta 5 entrevistas en un día (todos los días cubrí medios de comunicación). Y en las movilizaciones hasta 5 días antes de tener a Alicia estuve con el pueblo; era incansable, nada me detuvo, hubo comentarios como que ya tenía que ir a descansar, que era peligroso para mí y la bebé; pero con cada apretón de mano, abrazos y mensajes de fortaleza del pueblo, me llenaba de vida.
Después del parto viví momentos difíciles para mí, porque estaba en una habitación viendo como reprimían y hasta asesinaban a miembros de La Alianza por defender la democracia; me sentía impotente ante tanta injusticia, y no poder hacer nada más que aprovechar los momentos de descanso de mi niña para publicar en Facebook.
Estoy enamorada de esta lucha, no por ser esposa de Salvador. Me apasiona saber que cuando lleguemos a la presidencia significará un arduo trabajo. Pero también ese trabajo tendrá frutos que me permitirán ver cómo cambian las condiciones de vida de muchos hondureños que viven en miseria, aun no pierdo la esperanza. La voluntad del pueblo se respetará.»
