La Federación Iraní de Fútbol (FFI), mantiene firme su decisión de no permitir el ingreso de las mujeres a los estadios.
“Las canchas de fútbol no son un lugar adecuado para las mujeres”, dijo el presidente de la FFI, Mahdi Taj.
En ese sentido, para el directivo, no es un asunto actualmente prioritario, ni para las mujeres ni para la sociedad iraní.
También, las protestas y el debate en torno a la prohibición han crecido en los últimos meses en Irán.
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Asimismo, la tensión creció tras el partido por la clasificación al Mundial de Rusia 2018 jugado el 5 de septiembre.
Entre tanto, en el estadio Azadi de Teherán, se permitió la asistencia de mujeres sirias, pero no iraníes.
Por su parte, el Parlamento iraní habló entonces de una “lamentable discriminación”.
Cabe destacar que el capitán de Irán, Masoud Shojaei rompió un tabú al reclamar que se permita a las mujeres en los estadios.
Sin embargo, el clero insiste en que las mujeres no tienen nada que hacer en los estadios de fútbol.
De esa forma, el clero teme que féminas puedan ser víctimas de abusos verbales y físicos de los hombres.
El Ministerio de Deportes de Irán propuso hace unos años como solución la creación de una “grada familiar”, pero sin éxito.
Surgimiento
La prohibición fue impuesta hace 38 años tras la Revolución Islámica de 1979.
El actual presidente de Irán, Hassan Rohani, y su Gobierno se han mostrado a favor de flexibilizar la medida; pero se topan con la resistencia del poderoso clero.
