LA CEIBA. Mientras sujetos vestidos con elegancia y fuertemente armados asaltaban en el interior de las oficinas del Instituto de la Propiedad (IP) de La Ceiba, «una patrulla de la Policía Nacional pasaba por el lugar, pero esta vez no dando seguridad, sino más bien chateando y muy tranquilos con aire acondicionado», dijo una de las personas de forma muy molesta en entrevista.
Lo anterior demuestra la falta de responsabilidad y atención por parte de nuestras autoridades para estar previniendo este tipo de hechos que pudiesen evitar en el peor de los casos, una muerte. Ya son muchos los episodios donde la Policía llega a la escena después de haberse perpetrado el violento acto, por lo que la población pide mayor seguridad en calles y lugares concurridos de las principales ciudades hondureñas.
«Imagínese que yo estudio en la universidad, osea que sólo paso de mi trabajo a la universidad y sólo me vienen a asaltar».
«Es segunda vez que ocurre un asalto en nuestras oficinas, la jefa había pedido protección a la Policía y creo que sólo vinieron tres veces, no han hecho nada y creo que sólo están esperando que uno de nosotros muera», señaló dolido uno de los empleados del Instituto de la Propiedad.
Al menos 10 personas fueron víctimas del hecho violento registrado a la 1:00 de la tarde, según los afectados. De acuerdo a testigos, dos sujetos armados ingresaron al IP y bajo amenazas despojaron de sus pertenencias a los presentes.
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Posteriormente se dieron a la fuga con rumbo desconocido, dejando a las víctimas horrorizadas.
Es importante recordar que en el 2015 el gobierno intervino el IP de La Ceiba por presuntas irregularidades. En ese momento se indicó que en la estatal operaba una red del crimen organizado.
«El Crimen Organizado opera en la oficina del Registro de la Propiedad en La Ceiba», denunció el presidente del Consejo Directivo, Ebal Díaz, quien además pasó el caso al Ministerio Público (MP), luego que de dos mil 712 irregularidades encontradas en la intervención, al menos 466 fueron inconsistencias constitutivas de delitos.
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El funcionario detalló en ese entonces aspectos administrativos como falta de coordinación entre los empleados, facilidad para manipular y sustraer escrituras públicas, y el imperante desorden “provocado” por empleados coludidos con redes de delincuentes organizados para facilitar también el lavado de activos por años.
Para ilustración, mencionó que encontraron 791 inscripciones sin hojas de nota, 752 inscripciones no encontradas, 520 notas marginales sin firma de registrador, 374 casos de doble inscripción de documentos diferentes en un mismo asiento, 59 casos de fotocopia de asiento con firma y sellos de registrador, 35 casos de documento escrito dos veces en un mismo documento original, dos inscripciones que no seguían el orden correlativo y 44 casos en donde los documentos archivados estaban sin firma y sello del registrador.
