TEGUCIGALPA, HONDURAS. Al 100 % de su capacidad está la sala donde atienden adultos con COVID-19 en el Hospital María, centro asistencial ubicado en la capital.
El anuncio lo efectuó Karla Fernández, directora del recinto. Ella dilucidó que, dado que les envían más pacientes desde el Hospital Escuela, cada vez tienen menor disponibilidad de atención.
«En la sección de adultos no cabe nadie más. Inmediatamente que sale un paciente, ya tenemos otro que está listo para ingresar», manifestó la doctora.
No obstante, describió que aún tienen suficiencia de cupos para recibir a niños. Es importante tener en cuenta que el Hospital María es denominado como uno «para los más pequeños de la casa», dado que tiene una especialización pediátrica.
«En el área de pediatría aún tenemos cupo. Es una enfermedad de adultos y no de niños; sin embargo, siempre se contagian y reciben afectación algunos pequeños», explicó.
Seguido enfatizó que su experiencia es en la atención a menores, pero que abrieron sus brazos a adultos en el marco de la pandemia por una petición de la Secretaría de Salud.
«Nuestra expertiz y capacidad de respuesta está dirigida a niños. No obstante, la Secretaría de Salud nos hizo la solicitud para apoyar al sistema. Al principio hubo resistencia, pero debemos apoyar a la ciudadanía, no tenemos que ser egoístas», expresó Fernández.
Sobre los tratamientos contra COVID-19, la doctora especificó que varía de acuerdo a la edad. En la medida de lo posible, buscan recetar las fórmulas de medicamentos MAIZ y CATRACHO.
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Plenitud de equipamiento
Por otra parte, Fernández calificó a la institución que representa como una muy responsable, asegurando que nunca pemitirían que personal médico o de enfermería atienda a un paciente sin su correspondiente Equipo de Protección Personal (EPP).
Además, apuntó que suelen tener abastecimiento de los materiales necesarios dado el sustento de donaciones internacionales, de la empresa privada y la Secretaría de Salud.
«No es aceptable atender a un paciente sin tener el equipo apropiado. Velamos porque todos tengan los insumos; ha sido difícil, pero hemos tenido muchas donaciones y la Secretaría de Salud también nos ha apoyado. De igual forma siempre estamos listos para poder ver qué es lo que necesitamos para podérselo proveer al personal», describió.
Por último aseguró que, en materia de máquinas, tienen todo lo necesario para atender los casos de COVID-19. No obstante, en algunas ocasiones el paciente necesita materiales específicos y deben adquirirse en el mercado foráneo. La ausencia más delicada que tienen es la de recurso humano debidamente capacitado.
«Lo que falta en Honduras es el talento humano especializado. Ese ha sido el gran reto; por ejemplo, los internistas en la ciudad son muy pocos», finalizó.
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