REDACCIÓN. Trágico fue el final de un hondureño que fue reportado como muerto recientemente en los Estados Unidos.
Se trata de Moisés Portillo Cardona, de 50 años de edad, quien salió de su natal Trujillo hace 10 años rumbo al país del norte en busca del ansiado «sueño americano», pues las condiciones de pobreza extrema que lo rodeaban junto a su familia, lo obligaron a salir de las fronteras catrachas.
Llegó a Estados Unidos después de sortear muchas dificultades, pues como no llevaba dinero, le tocó trabajar y con ese ingreso iba avanzando.
Diario TIEMPO conoció que deja una niña de 11 años de edad, era soltero y justamente hoy cumple 35 días de haber fallecido dentro de una clínica cuyo estado aún se desconoce y a la cual fue llevado 45 minutos después de haber sido encontrado electrocutado, por parte de unos compañeros de trabajo dentro de un sitio subterráneo.
También se supo que la empresa para la cual trabajaba y de la cual aún no se sabe el nombre, no se hizo responsable de los gastos fúnebres del muchacho hondureño, por lo tanto, la familia entabló una demanda cuya cifra aún no se conoce, pero de la cual esperan resultados satisfactorios que no le devolverán a su querido Moisés, pero aducen que suplirán muchas cosas que son de necesidad básica.
Portillo Cardona se convirtió en la esperanza de su familia y tenía avanzada la construcción de la casa de sus padres en la comunidad de Nueva Vida Rigores, jurisdicción del municipio antes mencionado, en la zona norte hondureña.
Su amigo de infancia, Nelsy Noel Pineda, comentó que Moisés era una persona muy especial, humilde y que por ser de escasos recursos económicos decidió con el dolor en su alma dejar a sus viejitos en Honduras.
También se conoció que el joven fue bastante activo en la comunidad, no tenía vicios, hizo sólo sexto grado escolar, pero fue parte de las directivas y jugador de un equipo de fútbol en la aldea.
Tras lo acontecido, Portillo Cardona fue repatriado a Honduras y sepultado ayer lunes a eso de las 3 de la tarde, fue velado entre sus seres queridos y posteriormente sepultado en el cementerio de Nueva Vida Rigores.
Conversando con personal del Centro de Atención al Migrante Retornado, se nos dio a conocer que este tipo de casos es bien complicado, puesto que normalmente los indocumentados no manejan seguros que responda por ellos, tal y como aconteció recientemente con el hondureño Moisés Portillo, que aunque hay una demanda de por medio, ven bien difícil que ésta prospere o de los resultados que los parientes esperan.
Repatriación de hondureños fallecidos en Estados Unidos bajó en un 35% en 2017
Los hondureños fallecidos repatriados disminuyeron en un 35% en el año 2017, la disminución obedeció al descenso en el flujo migratorio hacia Estados Unidos.
Es importante mencionar que en el año 2017, el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (CONMIGHO) reportó 175 casos, de estos, 141 eran hombres y 34 mujeres. En 2016, por su parte, la cifra alcanzó 274 casos; es decir, 99 personas menos que fueron repatriadas. Esto representa un ahorro económico significativo, según autoridades.
Para María Andrea Matamoros, vicecanciller de Honduras, la cifra es un parámetro positivo, pues pese a quelas muertes son por diferentes situaciones, en la mayoría de los casos son en el traslado migratorio de Honduras hacia Estados Unidos.
“Es una relación directa con la disminución en el flujo migratorio, pues lastimosamente la mayoría de los casos son de jóvenes que murieron al tratar de cruzar la frontera”, advirtió.
La repatriación de cuerpos desde otros países tiene un costo de tres mil dólares (70 mil
lempiras) y están incluidos dentro de los fondos que el Gobierno destina para la Protección al Hondureño Migrante.
SOBRE REPATRIACIONES
En 2017 se reportó el ingreso de 99 personas menos que fallecieron fuera de las fronteras de Honduras, en comparación con el 2016. Esto representó un ahorro de casi siete
millones de lempiras.
En ese sentido, la vicecanciller señaló que a medida que la cantidad de personas que salen del país de manera ilegal a Estados Unidos disminuya, la cantidad de accidentes y muertes descenderá. Cabe destacar que, sin importar el año, la mayoría de repatriados son personas jóvenes.
“Es la edad entre los 15 y 30 años la más afectada, por eso es importante que en el país se cree conciencia del peligro”, argumentó. Respecto a los 99 casos menos de repatriaciones al país lo catalogó como una buena noticia al país.
“No todos los muertos son en la ruta migratoria, hay accidentes automovilísticos, personas que murieron por enfermedades, causas naturales”, comentó.
Esta disminución de las muertes de hondureños fuera del país se complementa con una reducción en los casos de trata, violencia, tráfico y eso es beneficio para el país. En lo que respecta al impacto económico, la disminución también es favorable.
“De 2015 a la fecha se han otorgado más de 40 millones de lempiras en repatriaciones”. Ante los cuestionamientos por brindar este apoyo a familias de personas que ya murieron en vez de invertirlo en otras obras, comentó: “Hay críticas, que por qué apoyar un muerto si hay tanta necesidad en los vivos, pero este mandato es una ley contemplada en la Protección al Hondureño Migrante”, aseveró, además es un acto de humanidad para las
familias
