TEGUCIGALPA, HONDURAS. Basándose en la lectura del evangelio en el libro bíblico de Mateo, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, habló en la homilía de este domingo sobre eliminar de nuestras relaciones el «desear» lo ajeno con violencia y nos invita a amar al prójimo.
Específicamente, se refirió al capítulo 5, versículos 17 al 37; explicó que Jesús nos propone la superación valores que regula nuestra sociedad. A la vez, nos invita a amar sin medida, como «Él nos ama».
Mensaje de un gran amor
Asimismo, el líder católico detalló que este sermón de la montaña es una de las lecciones más bellas de todo el evangelio. Esto, debido a que «Jesús, se sitúa en el terreno de lo práctico y pone de relieve las actitudes que nos ayudan a vivir como verdaderos discípulos suyos… nos da un mensaje de amor».
Seguidamente, Rodríguez profundizó que el hijo de Dios nos propone liberarnos de la violencia en las relaciones. Recordó el mandamiento que dice «no matarás», sin embrago, el hombre se deja llevar de la cólera contra su hermano, por lo tanto será «procesado».
El cardenal exhortó a que los hombres deben superar todo tipo de violencia contra el prójimo. Entre ellos: «el insulto, la descalificación, un juicio duro, los comentarios negativos y destructivos, van matando poco a poco a las personas. Sí, se puede matar también con las palabras, con la lengua», aseveró.
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Libertad, respeto y amor en las relaciones hombre-mujer
De manera similar, el párroco destacó que Jesús nos pide eliminar el «desear» en las relaciones hombre-mujer. En virtud, de que ese verbo hebreo, significa “adueñarse con violencia” de lo que a uno no le pertenece.
«Es decir, apropiarse del otro y de la relación. Jesús rompe el esquema patriarcal y machista en que la mujer es propiedad del varón y es reducida a un objeto».
En ese sentido, Rodríguez precisó que vivimos en un mundo tan deshumanizado, y que estas palabras del hijo de Dios, pueden resultar incómodas para algunos. Ya que al parecer va en contra de la realización personal que se interpreta estos días.
«Jesús nos quiere decir, en definitiva, es que las relaciones hombre-mujer sean vividas basadas en la libertad, en el respeto y en el amor», indicó el servidor del Señor.
Acto seguido, agregó que «Jesús devuelve la dignidad a las mujeres e invita a un amor, sin reservas, sin egoísmos y sin convertirlas en un objeto. En una palabra, Jesús está invitando a una fidelidad y a un amor que sea signo luminoso del mismo amor de Dios».
Mientras tanto, el cardenal lamentó que las relaciones hombre-mujer se encuentran contaminadas por la mentira, la ambigüedad de las palabras, el doble sentido y la falsedad.
Por lo anterior, el párroco enfatizó que el hijo de Dios nos llama a vivir unas relaciones humanas en la verdad y en la sinceridad del corazón.
Finalmente, Rodríguez terminó la celebración de la homilía con esta oración, «Tú, Señor, nos quieres libres, libres para amar, concédenos un corazón nuevo. Que seamos testigos vivos de un verdadero amor y de una alegría serena».
