A sus 84 años, Du Yuanfa tiene la energía de un adolescente. Él no se ha detenido a descansar ni siquiera una semana, tiene una tarea que se esfuerza por cumplir todos los días: cuidar a su esposa Zhou que hace más de medio siglo sufre de parálisis. Su estado es grave, no puede caminar y necesita que hagan las cosas por ella. Yuanfa la viste, la limpia, le da de comer y se ocupa de conseguirle medicinas que mejoren su calidad de vida.
La pareja vive en China, en una pequeña aldea llamada Sunjiayo en la provincia de Shandong. Du Yuanfa trabajó toda su vida en minas de carbón y a pesar de todas sus responsabilidades se hizo el tiempo para ayudar a su mujer. Ella está postrada debido a una infección que contrajo hace 56 años, cuando era sólo una joven de 20 y llevaba 5 meses de casada.
Los doctores le dijeron que no volvería a caminar, pero aunque el futuro no sea prometedor, Yuanfa hace expediciones a las montañas intentando conseguir hierbas que podrían curarla.
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Las personas que han conocido la historia ven en este hombre un ejemplo de perseverancia sin límites. La familia de ambos han ofrecido ayuda a Yuanfa, pero él insiste en que puede hacerse cargo de Zhou. Las palabras que él le dedica a ella son claras: “No te preocupes Zhou. Yo te cuidaré por siempre”.
Yuanfa cocina, hace pan, prepara la cama, limpia las sábanas y se hace cargo del resto de las tareas del hogar. No pierde la esperanza de que algún día su esposa vuelva a caminar junto a él. Cada medicina que le hace beber a Zhou, él la prueba primero en caso de que resulte ser venenosa.
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Los vecinos están conscientes del gran trabajo que hace, por eso, cada vez que pueden, le llevan mercadería y suplementos necesarios. Zhou no puede mover su cuerpo, pero aún así se mantiene lúcida y puede relacionarse con su esposo. Sabe que él mantendrá su promesa y la cuidará por el resto de su vida.
Vía: Upsocl
