Jennifer Pan, la «hija ejemplar» que buscó sicarios para matar a sus padres

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Hija mata a sus padres
Jennifer Pan, joven que planeó el asesinato de sus padres.

REDACCIÓN. El mundo aparentemente «perfecto» de Jennifer Pan, una canadiense de origen asiático, se vino abajo tras ser descubierta armando un macabro plan para matar a sus progenitores.

Para llevar a cabo su cometido, el cual lo planeó hace diez años, Jennifer contrató a unos sicarios a los que pagó 10,000 dólares. Ella hizo que fingieran un supuesto robo, cuyo objetivo verdadero era terminar con la vida de sus padres.

Como muchos padres controladores, Bich Ha Pan y Huei Hann Pan, nunca dejaron a su hija decidir qué hacer con su tiempo, ni socializar con quien quisiera.

Su rutina consistía en dejarla en la escuela por las mañanas y recogerla cuando terminaba su día. Nada podía hacer la joven sin que ellos lo supieran, mucho menos tener amigos o hablar con niños.

Aún así, a medida fue creciendo, Jennifer se hizo experta en falsificar reportes de materias, todas con puntuación perfecta. Además, menciones de honor e incluso el título de bachiller.

En la universidad , ella conoció un chico llamado Daniel Wong, con el que comenzó una relación sentimental totalmente escondidas de sus padres.

A ellos les dijo que estaba estudiando en la Universidad de Ryerson, mostrándoles una carta de admisión falsa, y que se había mudado con una amiga.

Padres de Jennifer Pan.

Por mucho tiempo mantuvo la mentira que estaba estudiando para ser farmacóloga, tal cual querían sus padres. Después de los supuestos dos años en Ryerson, aumentó sus apuestas y dijo que se trasladaría a otra universidad de Canadá.

Realmente vivía con su novio, y trabajaba como mesera en un restaurante y daba clases de piano. En su interior cultivó un rencor hacia sus padres que la llevaron a cometer el crimen.

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Medidas extremas

En el año 2010, después de “graduarse” de la universidad, otra mentira que reforzó con una artimaña para evitar que sus padres fueran a la ceremonia de graduación, la vida de Jennifer se complicó aún más.

Al principio logró convencerlos de que había tomado un trabajo en un hospital, el cual tenía largos horarios. Mismos que se extendían hasta altas horas de la noche y los fines de semana, por lo que era mejor seguir viviendo con su amiga de la universidad.

Al descubierto

Esto desencadenó un desenlace fatal, cuando su padre la obligo que lo dejara llevarla al hospital donde supuestamente trabajaba. Ella entró corriendo con la esperanza de que eso sería suficiente para su padre y que este se iría, pero él decidió seguirla y no encontró registro de que ella trabajara allí.

Luego llamó a su supuesta compañera de cuarto, solo para enterarse que hacía años no hablaba con JenniferLa forzaron a confesarella les contó todo. 

Molesto, obligó a su hija a regresar a la casa, renunciar a su verdadero trabajo en el restaurante y dejar a Daniel, su novio.

Pese a que ya era una adulta (tenía 24 años), le quitó su celular, su computador portátil, e incluso, instaló un GPS en su automóvil para controlar su movilidad.

Plan fallido

El impulso final vino tras reencontrarse con un viejo amigo llamado Andrew, quién vivía una situación similar y también estaba decidido a matar a su padre.

Él le presentó a la joven a alguien que conocía y entre los tres idearon un plan para asesinar al padre de Jennifer en el parqueadero de su trabajo.

Con ese fin, la joven pagó a su amigo $1.500, pero este terminó huyendo con el dinero dejándola aún más desesperada.

Pasado un tiempo, Daniel, su novio, volvió a su vida, pero ella ya estaba convencida de que con sus padres vivos nunca iba a poder estar tranquila con él.

Juntos fraguaron un plan que incluía contratar un sicario para que hiciera el trabajo. La idea era fingir un atraco en el que murieran Bich Ha y Huei Hann Pan. La conexión la consiguió Daniel y el pago fue de $10.000 dólares.

De izquieda a derecha: David Mylvaganam, Erick Carty, Daniel Wong, Jennifer
De izquieda a derecha: David Mylvaganam, Erick Carty, Daniel Wong, Jennifer. 

Día del crimen 

El 8 de noviembre de 2010 ocurrieron los hechos. Jennifer abrió la puerta de su casa cuando sus padres ya se iban a dormir, hacia las 10:02 de la noche.

Hizo la señal convenida, encender y apagar la luz del estudio. Unos minutos más tarde, le envió un mensaje a David, uno de los tres sicarios contratados para que procediera.

Los supuestos ladrones entraron y sacaron de su dormitorio a los padres y a Jennifer, a quien «obligaron» a darle todo el dinero que su familia tenía en la casa.

Después, dispararon a los padres de la joven en la cabeza. La madre murió de inmediato. El padre, que sobrevivió, logró salir de la casa y recibir ayuda de un vecino, quien llamó a una ambulancia que lo trasladó al hospital, donde lo pusieron en coma inducido.

Por su parte, Jennifer llamó al 911 y reportó los disparos. Al llegar, la policía se percató de que había algo extraño en el robo, pues no se llevaron otras posesiones de valor, como el lujoso automóvil que tenían en el garaje.

Escena del crimen
Escena del crimen

La estocada final al fallido plan fue el despertar de Huei Hann Pan, recordó todo y dijo a la policía que su hija parecía conocer a los atracadores, y que realmente no estaba atada.

Sentencia 

La policía logró que Jennifer confesara parte de lo ocurrido. Dijo que había contratado a los sicarios pero no para asesinar a sus padres, sino para escenificar su propia muerte, que estaba deprimida y cansada de vivir, pero que estos se habían equivocado

Las autoridades ordenaron su arresto. En el año 2014 llegó la sentencia, a Jennifer la condenaron a cadena perpetua. Su novio Daniel y los sicarios fueron condenados a 25 años de prisión.

Fuente: Infobae


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