TEGUCIGALPA. Autoridades policiales informaron del asesinato de dos hermanos la noche del jueves en la colonia Los Pinos, capital de Honduras.
Los dos jóvenes asesinados respondían a los nombres de Julio César Escalante Godoy, de 23 años de edad y Cristian Adolfo Escalante Godoy, de 18 años.
Los ahora occisos fueron liquidados enfrente de su casa de habitación, hasta donde llegaron hombres fuertemente armadnos a darles muerte. De acuerdo a lo informado por don Juan de Dios Escalante, padre de los hondureños ultimados, estos acababan de salir hace unos meses de la Penitenciería Nacional de Támara.
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“Tenían como dos años de haber salido de la Penitenciería, estaban yendo a firmar a los Juzgados”, dijo don Juan. Con su voz entrecortada, detalló que los asesinos sacaron a sus vástagos del cuarto donde dormían; y los llevaron al patio de su casa a darles muerte.
“Los sacaron al patio, sino hubiesen matado a los niños que estaban en el cuarto”, comentó el longevo. Seguidamente, explicó que sus hijos se dedicaban a la venta de nacatamales en la zona oriental de la capital.
“Uno de ellos vendía nacatamales y el otro le ayudaba; entre los dos salían adelante vendiendo nacatamales”, indicó.
“No tengo como enterrar a mis hijos”: Don Juan Escalante
El padre de los ahora difuntos, manifestó en las afueras de la morgue capitalina que ya había conseguido los ataúdes.
Sin embargo, le hacía falta el “jalón” de los cuerpos sin vida hasta la residencia donde serán velados.
“Ya tenemos los ataúdes, ahora necesito que alguien me ayude a llevarlos hasta la casa”, señaló.
Al mismo tiempo, apuntó que meses atrás había buscado la oportunidad de vender su casa de habitación, con el objetivo de irse de la zona antes mencionada.
“Yo quería vender ahí donde vivimos para irnos a otro lugar más tranquilo, pero no se pudo. A mis hijos ya los habían amenazado, pero pensé que no les iba hacer nada”, puntualizó Escalante.
Finalmente, declaró que hasta los momentos no tiene el lugar donde les dará cristiana sepultura.
