Los dragones siempre se han considerado criaturas mitológicas enormes con alas y escupidores de fuego.
Si bien habría que diferenciar los procedentes de la cultura oriental y los de la cultura europea, cabe mencionar que en la Edad Media se pensaba que estas criaturas habitaban numerosas cuevas repartidas por Europa.
Se creyó durante mucho tiempo que el sistema de cuevas de los Alpes Dináricos, era digno de temer .
¿Por qué? Las crías de los dragones escapaban a menudo de las cuevas y eran vistas por los alrededores…
La nueva llegada es la primera larva eclosionada en cautiverio en un número determinado de años, y los biólogos han logrado examinar de cerca al animal.
Durante los últimos seis meses, ha crecido dentro de conjunto de huevos protegidos y cuidados por su madre, pero solo se esperaba la eclosión de algunos de ellos.
El olm o proteus es un animal muy antiguo encontrado en los sistemas de cuevas de Eslovenia, que se puede reproducir tan solo una vez en una década, por lo que cada eclosión es algo extraño.
Son animales ciegos y de movimiento lento que pueden crecer hasta las 11.8 pulgadas de largo (30 cm). Pueden llegar a vivir 100 años.
Pero a pesar de su incapacidad para ver, cazan a sus presas en las aguas de las cuevas utilizando órganos sensoriales bien desarrollados.
Son los únicos vertebrados que viven en las cuevas de Europa. Evolucionando específicamente en su ambiente subterráneo durante millones de años.
Es por eso que son tan vulnerables a los cambios de temperatura y la calidad del agua en la cueva.
Sin embargo, ninguno de los huevos eclosionó, y algunos de ellos se convirtieron en cena para otros proteus y criaturas del acuario.
Según los biólogos Saso Wedt y Primoz Gnezda, las criaturas pueden oler si los huevos están vivos o no.
Como los alimentos son tan escasos en el medio ambiente subterráneo, cualquier huevo se convierte en alimento fácil.
Esta vez, el equipo no se arriesga, y se han retirado otros proteus del tanque para darle mejores oportunidades a los huevos.
Los huevos de Dragón
En un blog publicado en marzo del año pasado, el equipo escribió: “Desafortunadamente, el interés por los huevos no ha sido demostrado solamente por los visitantes de la cueva, sino también por otros habitantes de la cueva. Los anfípodos, unos crustáceos pequeños que ven a los huevos como una de las delicias más especiales. Esto ha puesto de manifiesto unas increíbles habilidades, casi sobrenaturales, y un instinto maternal en movimiento”.
A pesar de su falta de visión, el proteus ha conseguido asustar con éxito a todos los intrusos subterráneos. Estamos manteniendo los dedos cruzados para que la “mamá dragón” lo haga. El equipo de la cueva no tiene claro cuánto tiempo les podrá llevar a los huevos eclosionar. A una temperatura del agua de 11ºC se espera que el proceso de desarrollo dura 120 días. Pero en las aguas más frescas de 9ºC de la cueva, se espera que tarde un poco más.
Fuente: Starstock / DailyMail