TEGUCIGALPA. Un famoso refrán nos dice «Una imagen vale más que mil palabras», pues son las imágenes las que demuestran la realidad de un hecho noticioso y hoy en Honduras se celebra el día del camarógrafo y fotógrafo hondureño y se estima que en el país hay mas de 5 mil personas dedicadas a las artes gráficas.
Hoy se ha roto el esquema, que el camarógrafo debe ser un hombre, y es Gisela Calix, una mujer intrépida que hace 20 anos ( 1996), dejo atrás ese pensar, convirtiéndose en una periodista gráfica, sin importar el que dirán por ser el sexo débil, pues prevaleció desde sus inicios, el deseo de saber que es lo que sucede detrás del lente de la cámara sin importar el peligro que tan noble oficio contiene.
Gisela dió sus primeros pasos como periodista gráfica fue en medios de comunicación radiales, luego su anhelo por continúar en el periodismo, la llevó a diferentes medios de comunicación televisivos, y hoy forma parte del equipo periodístico de canal 11, y vale la pena destacar que no se ha quedado solo con la cámara en su hombro, si no que también anda por las calles de la capital desempañandose como periodista.
Como mujer haciendo labor de un hombre, Gisela asegura que no ha sentido el irrespeto ni descriminalización por parte de sus compañeros de calle, » Desde que inicié mi trabajo hasta hoy, jamás he sentido initimadación por parte de los colegas ni por parte de los lugares donde he buscado trabajo, mas bien, siempre recibo el apoyo cuando realizo mi labor, y el respeto me lo han dado, y si alguna vez estoy en momento de riesgo, ellos me tratan de ubicar donde no hay peligro», asegura Cálix.
La valentía a Gisela Cálix la caracteriza, ya que a pesar de ser enviada a dar cobertura a aquellas zonas que conllevan peligro, lo mas fácil para ella es tomar su cámara de video y ahora hasta micrófono y dirigirse al auge del mundo periodístico, lo cual es para ella ademas de trabajo, una pasión que permanece desde hace muchos años en ella.
«Mi familia siempre me ha apoyado en todo lo que yo hago y se que están satisfechos de mi trabajo y entienden el sacrificio que este implica, aveces me toca dejar a mi familia por largas jornadas pero ellos me comprenden», según Gisela Cálix.
Además mantiene experiencias que han marcado su vida en medio del ejercicio del periodismo, cuenta que, » la vez que me toco dar cobertura a todo lo sucedido por el Huracán Mitch, la mayoría de los camarógrafos estuvimos expuestos al peligro, otra experiencia fue cuando me expuse a que me lanzaran una granada y allí estuve a punto de perder la vida, entre otras experiencias que han quedado marcadas en el momento que he cargado mi cámara y un micrófono».
Gisela Cálix hoy se logra definir como una mujer luchadora que no conoce límites, y que camina en busca de sus objetivos, tratando de borrar del camino algunos obstáculos que puedan impedir llegar al fin establecido, y es hoy un ejemplo a seguir por parte de la mujer hondureña, demostrando que la mujer no es el sexo débil, ni se debe limitar a desempeñar algunas funciones que hoy la sociedad considera que solo es para el hombre.
Ser camarógrafo es tener actitud (el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas), aptitud (la capacidad de una persona para realizar adecuadamente una tarea), y sobre todo talento artístico (potencial que tiene una persona en el desarrollo de un conjunto de habilidades).
