Jimmy Newell nació el 11 de octubre de 1912 a mediodía con el sonido de las campanas del Ayuntamiento de Leeds (Reino Unido), una historia que contaba a amigos y familiares. El mismo día de su nacimiento y a la misma hora, pero esta vez pasados 103 años, falleció.
Su hijo Graham sostenía su mano cuando ocurrió, en el mismo instante en el que el hombre cumplía 103 años, «realmente quería tener 103. Tenía una determinación increíble y sencillamente creo que era lo que él quería» afirmaba su hijo. Graham ha explicado que su padre le contó muchas veces el día de su nacimiento, y justo cuando falleció miró el reloj y eran las doce, la misma hora a la que nació. Una extraña coincidencia.
El anciano acudió al hospital dieciséis días antes de morir debido a una caída en la que se rompió la cadera. Fue operado de la cadera pero no volvió a salir del hospital. Newell había gozado de muy buena salud y tal y como relató su hijo al periódico Daily Mirror, «Si no hubiera sido por su caída íbamos a llevarlo a España por su 103 cumpleaños».
